Pide Iglesia a criminales tregua de paz el Día de la Virgen y en Navidad
Juan de Dios García Davish
HUEHUETAN, Chis., a 6 de noviembre de 2024.-“¡Sólo dios podrá detener nuestro sueño!”, consideró la migrante hondureña, Magnolia Barahona Cruz al enterarse del triunfo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, al tiempo de señalar: “el hambre y la inseguridad nos obliga a luchar por nuestros hijos” durante el segundo día de la caravana que partió ayer de Tapachula con destino a la Unión Americana
Entre el grupo de migrantes conformado por un poco más de tres mil migrantes, sobre sale, Barahona Cruz, una mujer de piel morena, andar ligero y 53 años de edad, nativa de La Ceiba, en donde se dedicaba a ala venta de carne de puerco en forma ambulante
Abandoné Honduras, cansada del hambre, miseria e inseguridad, resume la hondureña, ahora voy con mis hijos en busca de trabajo y tranquilidad
Barahona Cruz, junto a los demás migrantes ya resienten el cansancio, las quemaduras del sol y algunas llagas que se abrieron en las plantas de sus pies. La mayoría de las mujeres, aprovechan pequeños descansos para que duerman sus hijos, en el caliente asfalto, cubierto con delgadas sabanas
Algunos grupos humanitarios como Médicos Sin Fronteras, Rescue, Guardia Nacional, Protección Civil y policías municipales custodian a los grupos de migrantes que se han dispersado en unos cuatro contingentes.
De acuerdo con el coordinador de la caravana Ehsion Díaz, en las próximas pernoctaran en el municipio de Huixtla, en donde aparentemente se contempla integrarse otro importante contingente de extranjeros que también van a _Estados Unidos