Detienen a alcaldes y mandos policiales de municipios del Edomex
TAPACHULA, Chis.,12 de julio de 2018.- Vecinos de la colonia San Antonio Cahoacán y Venustiano Carranza, marcharon para exigir al nuevo obispo de Tapachula que llegara a esta ciudad, que pida las instalaciones que se ocupan en el albergue Belén, porque no están destinadas para un hospedaje, sino para asuntos eclesiásticos Dora Ortiz Escobar, habitante de la colonia San Antonio Cahoacán, comunicó que este albergue está rebasado, porque ya no hace su función de ayuda humanitaria
“nosotros no estamos en contra del albergue, sino de la función de los encargados, quienes no dan de comer a los migrantes, por eso, las personas andan pidiendo dinero en las calles para buscar un lugar donde dormir y comprar sus alimentos”
Los inconformes marcharon y protestaron para exigir el cierre del albergue “Belén”, que era administrado por el sacerdote Flor María Rigonni.
Los colonos, llegaron hasta a las afueras del albergue y se plantaron en el acceso principal y exigieron su reubicación, además de la intervención de las autoridades federales y eclesiásticas para darle una buena atención a los migrantes. Ortiz Escobar, dijo que su inconformidad, es que ACNUR y COMAR, no hacen su trabajo como debe de ser “ellos están haciendo un hacinamiento de migrantes, los mantienen para que estén inactivos, si usted ve todo el día están en estado de vagancia, no hay ocupación para ellos”.
Expuso, que los extranjeros que duermen a las afueras están expuestos a la inseguridad o a la mordida de cualquier animal o ser víctimas de cualquier incidente. Asimismo, la comunidad migrante que se mantienen a las afueras del albergue Belén, señalaron que los extranjeros son honestos, vienen buscando un lugar donde quedarse, porque en su país existe mucha violencia y pandillas que los obligan a huir. Hilda Troches, migrante de Honduras, manifestó que lo que se requiere para ese albergue, es que haya mayores elementos de seguridad y patrullas por las noches, porque cuando cierran queda completamente inseguro el lugar.
Manifestó que en el Albergue, los atienden, les brindan alimentos, medicinas y un espacio para poder quedarse, aunque la ayuda es poca, porque la afluencia de migrantes es demasiado.
Alexander Jongezoon, migrante de Guatemala, dijo estar inconforme por la protesta de los colonos, porque generalizan que de toda la inseguridad que pasa en las colonias la realizan los extranjeros, “no, es que nosotros somos los que estemos haciendo las cosas, nosotros tenemos necesidades, venimos porque nuestro país está mal, llegamos por un sueño, para sacar adelante nuestras familias”. Ejemplificó que las mismas cosas que pasan las personas mexicanas que denuncian inseguridad, los migrantes también la pasan, “a nosotros nos ven con ojo de dinero, nos rentan un cuarto hasta en mil 800 pesos, en las tiendas nos venden las cosas a precios más elevados”.
Además de que nos discriminan, nos asaltan, nos roban y nos señalan de presuntos delincuentes, los migrantes llegan a México a buscar nuevas oportunidades.