Indicador político
A LA OPINIÓN PÚBLICA
TAPACHULA, Chiapas, a 07 de julio de 2017.-Al dar a conocer a la sociedad el fallecimiento de mi padre Mariano Herrán Salvatti, debido a una grave enfermedad que lo aquejaba, sentí el impulso no sólo de expresar la tristeza de un hijo por la pérdida de su amado padre, sino de decirle al mundo en pocas palabras su generosidad derramada hacia los demás a lo largo de su vida, su labor de catedrático y académico en la UNAM (y miembro de la Academia Mexicana de Derecho Burocrático), su práctica como abogado litigante, su cargo como Magistrado del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, su alegría y buen humor que lo caracterizaba aún bajo los momentos de mayor estrés, y lo que marcó su trayectoria de vida: su profunda vocación por el servicio público (que abarcó la Secretaría de Educación Pública, la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, la Procuraduría General de la República en la Fiscalía Especializada en el Combate a las Drogas, desde la cual forjó lazos con el Gobierno de Estados Unidos, la Fiscalía General y la Secretaría de Economía de Chiapas), tarea a la cual se entregó sin reservas y soportando con estoicismo un atentado contra su vida y un encarcelamiento que combatió en tribunales hasta recuperar su libertad, su buen nombre y sus bienes. Nunca buscó venganzas ni revanchas, pues prefirió mirar hacia adelante para que el pasado no lo anclara en el rencor. Todo eso vivió mi padre, tantas cosas que es difícil resumir en unas cuantas líneas, pero que sirven de guía mínima para dibujar el perfil de una vida que, como a tantos otros de su generación, dieron a su nación mucho más de lo que recibieron, vivieron sin reservas por enaltecer su profesión y servir a los demás no obstante las adversidades del camino. Así era él. Descanse en paz.
Muchas gracias,
SERGIO HERRÁN CALCANEO
Tapachula, Chiapas, 7 de Julio de 2017.