De Primera Mano/Rodulfo Reyes Aguilar

La lucha política de ‘nunca acabar’ contra la CFE

Ayer que el PRD empezó a distribuir 400 mil cartas-amparo contra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para evitar los cortes del servicio, arrancó un nuevo capítulo de una lucha que no tiene pies ni cabeza y mucho menos trazas de solución.

El tema de la llamada «Resistencia civil pacífica» muestra la esencia cínica de la política tabasqueña. Solo así puede entenderse que los que ayer repartían «amparos patitos», ahora descalifiquen esta estrategia ciertamente ‘patito’.

Este miércoles, mientras el partido del sol azteca anunciaba en una rueda de prensa que había iniciado la repartición de 400 mil cartas-amparo, el secretario de Desarrollo Energético, José Antonio de la Vega Asmitia, aseguraba que el programa «Adiós a tu deuda» estaba siendo impactado por la confusión mediática causada por actores políticos que se oponen al programa.

Según el expriísta, expanista y experredista, ahora solo unos 200 ciudadanos acuden al día a firmar el convenio con la CFE, cuando antes llegaban diariamente alrededor de cinco mil.

El gobernador Adán Augusto López Hernández, cuya firma aparecía en los «amparos» que entregaba antes el sol azteca, ya dijo que no proceden estos, ya que, de acuerdo a la ley, los amparos los otorga el poder Judicial a ciudadanos para combatir actos de una autoridad, y la CFE ya es una empresa productiva del Estado, no un ente gubernamental.

En principio de cuentas, la «Resistencia civil pacífica» no arrancó como un movimiento social netamente ciudadano en protesta por las altas tarifas de luz, sino como una estrategia partidista del movimiento de Andrés Manuel López Obrador.

En 1995 que el ahora presidente llamó a sus huestes a dejar de pagar la luz, lo hizo en protesta por el fraude que, decía, le había cometido el priísta Roberto Madrazo Pintado en los comicios para gobernador de noviembre del año anterior.

La Izquierda lopezobradorista en Tabasco lucró usando políticamente a la CFE hasta ganar el poder en 2012. Ahora que llegó a la cima se enfrenta al mismo monstruo de mil cabezas.

No existe horizonte en este aprieto. No hay tintes de solución. Es un problema cultural arraigado.

En mayo de 2019 que se suscribió el acuerdo «Adiós a tu deuda», líderes políticos de la zona indígena de Tamulté pidieron que en vez de tarifa justa, el gobierno de López Obrador deje de cobrar la luz a todos los tabasqueños.

¿De qué manera el régimen de la llamada ‘Cuarta transformación’ pretende que los tabasqueños cubran una tarifa justa de luz, si hace un cuarto de siglo AMLO les enseñó a no pagar el servicio por un tema político?

En adición puede asegurarse que si unas 500 mil familias tabasqueñas durante 25 años dispusieron de la energía a sus anchas y no se preocuparon en ahorrar luz y se soplaron a diestra y siniestra con sus ventiladores, no hay manera que de la noche a la mañana se les quiera obligar a cubrir su consumo.

Por eso puede anticiparse que el PRD logrará crecer con ese ejército choco que ya se acostumbró a que en sus hogares haya luz gratis.

PARA SU INFORMACIÓN…

POR UN PROBLEMA de salud que tuvo que atenderse Dagoberto Lara Sedas, ya se empieza a discutir el tema de quien debe entrar el relevo del presidente estatal del PRI. Algunos dicen que por prelación le corresponde a la secretaria general, la diputada Katia Ornelas Gil, pero otros aseguran que el huimanguillense ya le prometió a Francisco Abreu Vela, responsable de Organización, que él será el bueno en caso de que tenga que ausentarse.