Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Casi seis años después de haber sido encarcelado, siguen apareciendo datos de que el exgobernador Andrés Granier Melo fue perseguido por las administraciones federal de Enrique Peña Nieto y estatal de Arturo Núñez Jiménez, este último ya con indicios de haber incurrido en mayores irregularidades que su antecesor priísta.
Hasta hoy, el exalcalde de Centro no ha sido encontrado culpable de los delitos que le imputaron en su momento Peña y Núñez.
Granier es uno de siete mandatarios, de ocho que investigó la PGR en el sexenio pasado, que no han sido condenados, de acuerdo con una investigación del periódico La Jornada.
Publicada ayer en su sección política, el encabezado de la información reza: “La PGR logró procesar a ocho exgobernadores, pero solo Javier Duarte ha recibido sentencia”.
La nota establece:
“De los ocho ex gobernadores que la PGR (hoy Fiscalía) acusó durante la administración pasada por lavado de dinero, defraudación fiscal y delincuencia organizada, entre otros delitos, hasta la fecha solo uno ha sido sentenciado.
“La PGR investigó a los ex mandatarios de Tamaulipas, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández; de Quintana Roo, Roberto Borge; Nuevo León, Rodrigo Medina; Tabasco, Andrés Granier; Sonora, Guillermo Padrés; de Chihuahua, César Duarte, pero sólo en el caso de Veracruz, Javier Duarte, logró que un juez lo sentenciara a nueve años de prisión por asociación delictuosa y lavado de dinero”.
El influyente diario detalla cada uno de los casos; en el del exalcalde de Centro establece que “a Andrés Granier –acusado de evasión fiscal y detenido en julio de 2013– le fue otorgado el arresto domiciliario para continuar su proceso por evasión fiscal”.
El expediente de Granier demuestra que el sistema político le exige lealtad a los suyos: Peña lo procesó porque no se metió a apoyar con todo al candidato del PRI a la gubernatura, Jesús Alí, por preferir a Luis Felipe Graham Zapata, a quien también alcanzó el rencor revolucionario institucional.
Pero que también las autoridades locales cobran afrentas de acciones políticas que convierten en asuntos personales: Núñez, compadre de Granier, le dejó caer la batería pesada de la injusticia, pues de acusarlo de haberse robado 20 mil millones de pesos, lo mantiene en la cárcel por consentir un desvío de 196 millones de pesos del presupuesto etiquetado al seguro popular a otro rubro del sector salud.
Esto es, el peculado lo habrían cometido otros funcionarios y el mandatario nada más lo “consintió”.
Siguiendo esa lógica, Arturo Núñez debe ir a la cárcel por el sobreprecio del terreno en Paraíso que su gobierno le pagó en 60 millones de pesos a sus dueños, pero que escrituró en 100 millones, “quedándose” algunos colaboradores del gobernador con 40 millones de pesos.
O también por los millonarios contratos por compra de medicina pagados en la Secretaría de Salud, pero cuya mercancía nunca llegó a los hospitales tabasqueños.
Mas el perredista que está por cruzar el océano para ir a dar clases a España no será llamado a cuentas: a diferencia de Granier con Peña, Núñez le simpatiza al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al esposo de Martha Lilia López Aguilera no lo espera la cárcel; si acaso, solo noches de insomnio.
PARA SU INFORMACIÓN…
CIRCULÓ AYER EL rumor de que el alcalde capitalino Evaristo Hernández Cruz iba a solicitar licencia por encontrarse enfermo. En realidad, el edil pedirá a Cabildo una licencia temporal por 30 días para operarse mañana de un problema crónico en la garganta; será una ausencia obligada de un mes por razones de salud.