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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 26 de mayo de 2025.- El reciente escándalo del asilo Santa Sofía, donde se documentó en video el maltrato físico y verbal contra adultos mayores, no es un hecho aislado. Es apenas la punta del iceberg de una crisis más profunda que atraviesa a México y, en particular, a San Luis Potosí: el abandono sistemático de los abuelos por parte de sus familias, el maltrato en instituciones supuestamente destinadas a su protección y la alarmante falta de personal médico especializado en geriatría.
El caso Santa Sofía, que se viralizó a mediados de mayo, llevó a la clausura del establecimiento y al rescate de 10 residentes por parte de las autoridades estatales.
Los videos, difundidos en redes sociales, muestran a directivos y personal del lugar maltratando a los abuelos que vivían ahí. Hasta ahora no hay responsables sancionados ni un seguimiento institucional claro sobre el paradero y las condiciones actuales de las víctimas, de las cuales una falleció hace un año y medio.
Pero este caso, como muchos otros que no se documentan, evidencia una problemática de fondo: la cultura del abandono hacia los adultos mayores.
Así lo relata Jenny, una enfermera geriatra que trabaja de forma privada en la capital potosina atendiendo a abuelitas y abuelitos. Ella ha sido testigo de lo que sucede tras las puertas cerradas de muchas casas.
“Lo que veo a diario es triste y devastador. Los hijos no quieren hacerse cargo de sus padres. Pelean entre ellos para no pagar por los cuidados, para no verlos, para no lidiar con sus enfermedades. Y en cuanto hay una propiedad o algo de patrimonio, ya se están peleando la herencia… aun cuando los abuelos ni siquiera han fallecido. Es muy feo porque para allá vamos todos”, comenta a Quadratín SLP.
La situación se agrava con la falta de atención médica especializada. Los médicos geriatras son escasos, y quienes ejercen suelen cobrar tarifas muy altas (hasta dos mil pesos) sobre todo cuando se trata de consultas (que duran media hora) a domicilio, pues son imprescindibles para adultos mayores con movilidad reducida o enfermedades crónicas. Las enfermeras geriatras también son pocas, lo que eleva el costo de los servicios y los vuelve inaccesibles para gran parte de la población.
Según datos del INEGI, la esperanza de vida en México alcanzó los 75.5 años en 2023. Esto implica que vivimos más, pero no necesariamente mejor. La vejez se ha convertido en una etapa de vulnerabilidad extrema, sin suficiente soporte del sistema de salud ni del entorno familiar.
La Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores establece garantías como acceso a la salud, protección contra la violencia y derecho a una vida digna. Sin embargo, en la práctica, estas disposiciones rara vez se cumplen, y la supervisión a asilos y centros de cuidado es mínima o inexistente.