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GUADALAJARA, Jal., 9 de diciembre de 2020.- Con su perfil delgado y su sonrisa franca, Carlos Zepeda, el Zepe para los cuates es un joven fotógrafo tapatío que se hace querer por quienes conviven con él en muy poco tiempo, osado al momento de querer captar la mejor imagen, solidario con los compañeros y extrañamente americanista en Guadalajara nos abrió la puerta de su casa, de su familia después de ganar el Premio Jalisco de Periodismo 2020 por la categoría de fotografía.
Orgullosamente integrante del equipo de Quadratín Jalisco, se unió a este esfuerzo, a este proyecto que tiene menos de un año como un acto de fe, porque estaba convencido que podría ganar un premio, porque se lo prometió a su abuelo.
Fuimos recibidos en la casa familiar donde estaba su tía, sus hermanos, su mamá, orgullosos y felices por el reconocimiento.
Carlos, muchas gracias por recibirnos en tu casa, en la casa de tu mamá, ¿aquí creciste? Sí, aquí crecí y enfrente que es la casa de mis abuelos, aquí en este barrio de Santa Elena fue toda mi infancia, juventud, y hasta podría decir que mis primeros pininos en la foto, no documental y periodística, pero con la vecina, con los amigos, en el futbol.
¿En qué momento te diste cuenta que querías ser fotógrafo?
Sinceramente me di cuenta ya más grande, siempre me gustó la fotografía, me llamaba la atención hacer fotos pero como hobby, nunca lo pensé o lo vi como un proyecto de vida o como una profesión, fue hasta cuando entré a Récord, ya estando en la carrera, entré a Récord, me dieron la oportunidad de hacer las prácticas profesionales y fue Eva Becerra y Saúl Molina quienes me jalaron al área de foto, por accidente.
Una vez que no fue un fotógrafo a un entrenamiento de Atlas y con el teléfono les tomé unas fotos a los de la barra que estaban exigiendo resultados, no sé si sigan exigiendo, pero les gustó la foto y dijeron, oye, ¿por qué no te vienes acá mejor?, y ahí fue cuando entonces ya pensé que podría ser en vez de escribir, ilustre.
¿Primero escribías?
Sí, primero escribía y todavía sigo escribiendo mis foto reportajes yo los escribo, tampoco es como que haga tantos pero procuro siempre entregar uno o dos al mes, también para salir de la rutina de seguir una agenda periodística con los funcionarios, eventos de nota roja o deportes, bueno, deportes ahora medio difícil con la pandemia y espectáculos, pero de repente uno como gráfico también busca temas diferentes para que no se vea siempre en los medios, sangre, violencia, corrupción, que se vea que hay cosas buenas, que hay ciudadanos que hacen cosas diferentes y que ponen su granito de arena en la sociedad.
Me llamaba la atención hacer fotos pero como hobby, nunca lo pensé o lo vi como un proyecto de vida o como una profesión.
¿Cómo eras de niño?
Pues juguetón, la verdad es que siempre fui un niño tranquilo, no era de problemas ni de vagancias, a veces una que otra, lo normal de chicos, pero también recuerdo mi infancia muy distinta a lo que veo ahorita porque mi infancia la recuerdo en la calle, con amigos en la calle jugando al changai, al bebeleche, todas esas cosas que hacías pintas en el suelo para jugar, fútbol con el bote en la calle, pero siempre de una forma sana, nunca nos metimos en broncas, en drogas, nada, siempre fue una infancia chida, sana y muy bonita, siempre rodeada de familia, primos y amigos.
¿Cómo te describirías a ti mismo?
Como una persona aferrada, aferrado a mis ideales siempre de tratar de si voy a hacer algo hacerlo bien, porque soy medio de esa idea de que si quiero que algo salga bien lo hago yo, ni porque no confíe en las capacidades de los demás, tal vez ya es como cosa mía, por ejemplo en mi trabajo me gusta ser muy puntual, me gusta que mi foto cuente la historia sin tener que andar con tantos rodeos, sin tener que involucrar a veces otro tipo de contextos externos a la fotografía, sino que la foto ya tenga todo, puedo también decir que soy de familia, me gusta mucho estar aquí con mi mamá, con mis tíos, con la familia, en casa, con mis perros y con mi novia, es mi refugio, salgo de trabajar y lo primero que hago es ir a mi casa con mi novia, y dicen que soy buena onda.
¿Eres muy perfeccionista?
Más o menos, así soy, pero en mi trabajo, no me gusta tampoco ser tan exigente en el sentido de llamarme perfeccionista porque creo que el error se le escapa a cualquiera en cualquier momento, más bien lo que procuro hacer es, después de ver mi trabajo, hacer una recapitulación de lo que estoy haciendo, ver qué hice mal o qué me faltó para la siguiente vez no hacerlo o sí hacerlo.
¿Qué significa para ti la familia?
Es todo, mi familia lo es todo, es una familia que no necesitas avisar que estás en aprietos y ahí están todos, siempre, siempre, y es un ejemplo que me pusieron desde los abuelos, los tíos, ahora los de la otra generación somos los adultos, pues también seguimos intentando seguir con esa escuela de la hermandad de en la familia de que aquí todo somos uno y desde que yo tengo uso de razón todos los jueves y todos los sábados hay reuniones familiares, antes eran enfrente con mis abuelos, ahora se cambiaron acá, pero sí te puedo decir que para mi, mi familia es lo más fuere que tengo y muy agradecido de la familia en que me tocó estar.
¿Recuerdas la primera vez que tomaste una foto? Me acuerdo mucho de cuando hacíamos los viajes en la primaria, que nos llevaban al zoológico, yo me gastaba el dinero en el sombrerito del león y en una camarita desechable de esas que vendían de 24 fotos, a ciencia cierta no te puedo decir que le tomaba una foto a un compañero, a un león o algo, pero me acuerdo que era así cuando me iba de excursiones, también tengo por ahí en un cajón de esas de las fotos, fotos de cuando estaba en la primaria le hacía a mis amigos jugando futbol, pero era algo que hacía por gusto, nunca pensé, tengo que reconocer, nunca estudié fotografía, llevé la materia en la universidad, ya para entonces ya sabía manejar una cámara, porque yo aprendí aquí, me compraron una cámara porque yo quería una cámara y me la compraron, y así aprendí, nada más por gusto, por el hobby, ya después, en Récord las cosas se fueron dando y tuvo incluso la fortuna de que me gané una beca para estudiar ahora sí en forma Foto periodismo, pero esto fue ya después de que salí de la carrera de Ciencias de la Comunicación.
¿Entonces prácticamente iniciaste de autodidacta?
Sí, totalmente empecé así, auto didacta porque incluso aquí en mi familia nadie se dedica a la foto, me salió a mí, de la familia de con mi papá tengo un tío que es camarógrafo, también está en el medio, tal vez venga de allá, no tengo una relación tan cercana de aquel lado, pero a mi tío cuando lo encuentro en cobertura sí nos saludamos con mucho gusto y siempre me dice, de aquí sacaste el toque.
¿Tu profesión te define como ser humano?
Sí, totalmente, porque si no eres una persona honesto y transparente, que siempre vayas con la carta de la verdad, no con bandera ajena o con mentiras, eso va a ser una carta de presentación para un periodista siempre la primera, porque no me imagino yo un periodista mentiroso, tramposo, que los hay, claro que los hay, muchos aquí también, pero creo que es lo más puntual para un periodista, que sea honesto, primero consigo mismo, porque si tú te mientes a ti mismo con lo que haces, con tu trabajo, no te va a costar mentirle a los demás.
¿Cuáles consideras que son los grandes mitos de tu profesión?, es decir, hay quienes piensan que el fotógrafo no es periodista, aunque finalmente con la foto sí estás comunicando.
La principal, que los fotógrafos no somos periodistas, que nomás somos pica botones, y sí es cierto que somos pica botones pero eso no nos quita el mérito de ser periodistas, también hacemos investigación, también hacemos entrevista, también preguntamos para saber qué vamos a tomar, no es como que llego con una foto y te digo, este cuate hizo tal cosa porque yo te digo, hay que tener una foto en flagrancia, que se demuestre qué está pasando, y esto de que dicen que llega, toma la foto y se va, y no es cierto, porque si llegas y ya llegaste tarde cuando fue la foto, no le puedes decir a todo el presídium, se pueden volver a poner, o si son policías o ciencias forenses, oigan, pueden volver a bajar al muerto para tomarle foto, hay que saber en qué momento están también, el tratar de leer los movimientos de las situaciones, de una manifestación o incluso de un partido de fútbol, puede darse que las hueles cuál equipo va a meter el gol primero.
¿Cómo sabes cuándo es el momento de tomar esa foto, esa impresión?
Pues ves cómo se comportan las personas, ves también si hay movimientos extraños que no correspondan a una manifestación, ese tipo de cosas que solamente el tiempo te las va dando, para realmente tomar una buena foto y contar una historia es práctica, es una escuela, es salir todo los días a tomar fotos, desde antes que yo me dedicara a esto me iba con los amigos a tomar fotos, y era de todos los días salir a hacer fotos pero no era pensar en esto, en la profesión, y así es como lo desarrollas, con el tiempo y aprendiendo a ver cuando algo no va de acuerdo con las cosas.
Hablando sobre la foto con la que ganaste el Premio, ¿qué querías proyectar cuando tomaste estas fotos? Era tensión, coraje, tensión porque ya se había roto el orden, ya se habían metido a Palacio de Gobierno a hacer desmanes, a romper, a quemar, desde el momento en que vimos que estaban pateando las puertas, dijimos, esto se va a salir de control, no va a ser una manifestación pacífica como otras, y siempre manteniendo los protocolos de seguridad para evitar que golpes, pedradas, o algún tipo de afectaciones a nuestra persona o el equipo y con la foto, realmente fue un instante, yo estaba tomando fotos a las patrullas incendiadas, cuando alcancé a ver del otro lado que venía una persona con el arma en las manos, y vi que venía como batallando, cuando vi que ya se acercó a mí y que venía caminando hacia donde yo estaba, no sé, lo vi con el arma en la mano y las patrullas quemadas atrás, y no sé, nomás, veo una situación y veo mi foto, ya sé lo que quiero y ahí era lo que tenía pensado plasmar y afortunadamente lo logré, que se viera el descontento de la gente ilustrado con las patrullas, también el peligro que puede representar un arma de alto calibre en las manos equivocadas, en este caso no pasó nada, recuerdo que como que intentó quitar el seguro, tal vez no supo, y aventó el arma y se acabó, la foro fue algo de tres segundos, en lo que caminó y aventó el arma al fuego. ¿No has sentido que te has puesto en riesgo? Sí claro, aparte de que siempre estamos en riesgo, pues estamos todo el día en la calle, los fotógrafos y camarógrafos tenemos que estar cargando el equipo y es un equipo muy evidente, claro que siempre hay riesgo, y en el momento sinceramente ni te acuerdas del riesgo, ni te da miedo, en ese momento yo la neta lo vi y pensé en mi foto, y fui a tomarla, y ya después, cuando ya había pasado todo, incluso la adrenalina que uno también siente en esos casos, yo cuando llegué con calma a descargar mis fotos, las vi y sí lo pensé que me arriesgué mucho, tal vez, hubiera estado en unas condiciones no favorables, esta persona tal vez hasta me hubiera agredido, hubiera disparado, afortunadamente no fue, pero en el momento la verdad es que no lo piensas, piensas en ir a hacer tu trabajo nada más, en hacer una foto. Claro que siempre hay riesgo, y en el momento sinceramente ni te acuerdas del riesgo, ni te da miedo. Aparte de esta manifestación, ¿en qué otras situaciones consideras que pudiste estar en riesgo? Pues por ejemplo lo que me sucedió el fin de semana pasada que me agredieron vendedores ambulantes simplemente por el hecho de estar en el centro, por ir a tomar fotos de la gente que está aglomerada en el centro de la ciudad, sin sana distancia, muchos de ellos sin cubrebocas, yo fui a eso, entonces me agredieron vendedores ambulantes argumentando que iba a tomarles fotos a ellos, que mi intención era directamente joderlos, porque esa era la palabra que me decían ellos, cuando yo les mostraba las fotos, pero de nada sirvió, terminó medio feo la situación, y es uno de los muchos casos, en manifestaciones feministas también, no nada más yo, a mí me agredieron el año pasado, en el 2019, y afortunadamente en el medio, y lo agradezco bastante, me dijeron que ya no vaya a cubrir esas marchas porque ellas son las que piden que no vayamos, no es que no quiera uno hacer su trabajo, y también dejar claro, sé que mil enemigos por decir esto pero es la verdad, vamos porque tenemos que cumplir, porque tenemos que trabajar y porque es la calle, y porque podemos estar donde queramos en la calle, no vamos a burlarnos ni a retar a nadie, vamos simplemente a hacer nuestro trabajo y a hacerlo de una manera totalmente imparcial, jamás vamos a señalar. ¿Por qué dicen que si les tomas la cara estás intimidándolas? Porque a mí me dicen que nada más mi presencia ya es una agresión para ellas, nada más así, mi presencia, por ser hombre, y porque ellas dicen que ya estoy señalado como agresor en las marchas. ¿A quién has agredido? A nadie, les tomo fotos y ellas lo toman como agresiones, hay muchas fotos, hay muchos videos en los que se ha demostrado que, no lo voy a decir nada más por mi sino por los demás compañeros que han sido agredidos, que han sido agredidos sin argumentos, nada más porque estamos allí por ser hombres, como también otras personas, vendedores de puestos de periódicos que llegan y dicen, es un hombre, vamos a destrozarle el puesto, es un hombre, vamos a golpearlo, es algo que yo he pensado desde el día que me agredieron, se me hace ilógico que un movimiento social que busca erradicar la violencia de género, utilice la violencia de género como herramienta. Estas son las malas experiencias, pero háblanos de coberturas que te hayan hecho muy feliz ¡Claro! He tenido coberturas, que aunque las malas también me las quedo en mi experiencias porque de allí aprendí, pero las experiencias bonitas que me han hecho sonreír o llorar de alegría, imagínate, cómo te explico un sobrevuelo en el cráter de un volcán, casi a punto de hacer erupción, imagina el sentimiento de entrar con los pingüinos en el zoológico y poder estar entre ellos jugando con animales que en la vida siquiera imaginaste que tal vez un día llegar a verlos.
¿Este premio qué significa para ti? Para mí significa más que nada cumplir una promesa con mi abuelo, porque él siempre fue el que veía mis fotos, veía los periódicos y cuando encontraba una foto con mi nombre, luego, luego la guardaba o me mandaba foto de que la estaba viendo, era una parte muy importante en mi vida, lo sigue siendo, y entonces para mí esto, más que lo profesional que sin duda es algo muy importante, pues es que pude cumplir la promesa a mi abuelo, no se lo puedo entregar en las manos porque ya no está, pero me imagino que ha de estar que se cae de la nube y eso es lo que más me enorgullece de este premio, y en segundo lugar por mi mamá, porque yo soy quien soy por ella, si no, no sé qué hubiera sido, tal vez hubiera decidido hacer otra cosa, pero ella me apoyó, nunca me dijo, tú tienes que estudiar esto aquello, ella siempre me apoyaba a todo, igual que mis tíos, mi tía, que es como mi segunda mamá; recuerdo cuando me fui a estudiar a Argentina que todos decían ¿cómo que se va a ir allá?. ¿Dónde está tu abuelito ahorita? Pues en el cielo, yo creo, en un fiestononón, y yo pues también estoy muy orgulloso de él, de quien fue en vida y de quien me enseñó a ser también, porque mucho de lo que soy es por mi abuelo, porque él me forjó, fue como mi papá. Para mí significa más que nada cumplir una promesa con mi abuelo, porque él siempre fue el que veía mis fotos. Cuando entraste en Quadratín Jalisco dijiste, voy a ganar un premio Pues lo dije como consigna, no sabía si este año o cuándo iba a ser, pero yo tenía que entregárselo a mi abuelo, tarde o temprano, ya por fin se logró y ya espero que el que sigue lo voy a disfrutar de una forma distinta, ya tal vez más personal, ya a lo profesional, pero este que es el primero, es totalmente emocional para mi familia. Descríbenos qué pasó el día que te avisaron que habías ganado el premio Pues estaba tomando fotos de los adornos en el Centro, los adornos navideños y me llamó una compañera del Arzobispado para decirme, oye Carlitos dónde estás, pues en la calle tomando fotos, me dijo siéntate, pensé: ‘me van a correr o ¿qué pasó?’, y me dice ganaste el premio, felicidades, y pues me puse a brincar, a gritar a llorar. Estaba con mi novia, la abracé, ella también lloró conmigo porque ella también sabe lo que significaba esto, pues así fue, en la calle y neta estoy muy feliz. ¿Ya tienes tu lugar para tu trofeo? Sí, tengo, en uno de mis muebles donde tengo una colección de cámaras antiguas, ahí le voy a hacer un espacio entre las camaritas. ¿Y vas a hacer espacio para más premios? Si la vida nos da a la oportunidad de tener más reconocimientos, hasta una vitrina me gustaría, pero poco a poco, ya va el primero.
Momentos después se incorporó a esta plática la orgullosísima mamá, María Guadalupe Moreno Magallanes, enfermera de profesión, quien tuvo que combinar la maternidad con el trabajo. La pregunta más obvia ¿cómo se siente con esto? Súper feliz, me siento muy orgullosa, muchos sentimientos muy bonitos, inexplicable, me han hablado creo que más a mí mis amigas que lo conocen, ayer me decía, mamá, te están hablando más a ti que a mí, porque todos los conocen y saben, me dicen que si la pavorreal, pues sí estoy muy muy contenta. ¿Qué hizo bien usted como mamá para tener este hijo? Amarlo, quererlo, apoyarlo, y poquitos jalones de oreja, los justos nada más, apoyarlo siempre Háblenos de este vínculo familiar Para empezar Carlos Alberto siempre fue un niño, luego me dicen que sólo lo ando presumiendo, pero no es cierto, mis tres hijos son mejores, cada quien tiene sus detalles, pero él siempre fue prudente, siempre lo regañaba y nunca me gritaba, siempre fue un hijo excelente, yo siempre le he dado gracias a Dios por habérmelo dado, porque es como el equilibrio entre los tres, los tres tienen sentimientos muy buenos, cada quien tiene sus detalles, cada quien tiene su forma de ser, pero Carlos Alberto es un ser excepcional.
¿Sí detectó desde chiquito que Carlos tenía algo muy importante que hacer en la vida? Pues él siempre pasó por sus etapas, fue un niño que si tenía tres años jugaba con sus juegos, a los 10 años jugaba pelota, siempre fue conforme a su edad, nunca quiso jugar cosas que no le correspondían a su edad, siempre fue de acuerdo a lo que la vida le fue marcando, en la escuela se fue desde el kínder hasta la facultad directito, solo hubo una vez algo que se portó un poco mal, pero lo solucionamos, reprobó todas las materias en secundaria, entonces, mamá trabajaba, entonces le dije, ¿sabes qué?, no quisiste muchos maestros, pues nomás vas a tener una, pedí permiso en el trabajo y fui su maestra, esa fue la única vez, pero de ahí en más, siempre se fue directito, nunca tuvo muchos tropiezos en la escuela, estudió lo que quiso, en su momento su papá también lo apoyó para que estudiara la licenciatura que él quisiera, uno de los momentos más grandes fue cuando me entregó su título de licenciado en Ciencias de la Comunicación y ya de ahí cuando se empezó a ir más hacía arriba, pues muchos sustos, muchas preocupaciones, porque las que no me dio cuando era más chico mes las ha dado ahora, sí ando a veces angustiada por los lugares donde anda, a veces por otros medios me doy cuenta de lo que ha pasado, de lo que pasa, es muy atrevido; recuerdo cuando pasó lo de la FEG, él fue el que se brincó y se expuso muchisísimo y yo me di cuenta porque luego me platicó; y sus tíos también le dicen, Carlos, es que te avientas mucho, eres muy atrevido, es muy apasionado de lo que hace. Pero sí da miedo, ¿no? Claro que sí, da mucho temor, al pobre de Diosito lo tengo diario abajo, rezando mucho, yo sí soy muy católica y sé que no le va a pasar nada que él no quiera y sé que no me va a dar un dolor que no pueda soportar, entonces, está cuidado por el ser supremo. Cuando Carlos le dijo que quería estudiar comunicación ¿no se preocupó? No, porque siempre se les dio la libertad de estudiar lo que ellos quisieran, lo que a ellos les gustara, nunca ni su papá ni yo decidimos, es que tienes que ser doctor, porque él al principio quería ser doctor, me decía, mamá, quién gana más, un pediatra o un ginecólogo, yo le decía que los dos, pero luego como su hermano estudiaba medicina en ese tiempo y lo veía como estudiaba, dijo, no, eso no es para mí, y él decidió estudiar comunicaciones, nunca me opuse. ¿Siempre el apoyo fue total? CARLOS: Sí, de mis dos papás la verdad, ellos nunca me quisieron imponer nada, al contrario, siempre me han apoyado.
Señora, ¿hay algo de lo que se arrepienta?, de algo que haya vivido con Carlos, que quisiera haberlo hecho diferente. Más bien una ocasión lo regañé muy muy duro, y él nunca me decía nada, un detalle que un día me dijo, él siempre me decía llego a las tres, y a las tres estaba, y esa vez me dijo, voy a llegar a las dos, y eran las seis de la mañana y Carlos no llegaba, entonces lo puse parejo y él no me dijo nada, me dijo lo que había pasado y yo no le creí, entonces al otro día que vi las noticias e ver si era cierto lo que me había dicho, pues vi que no debí regañarlo tan feo porque lo regañé mucho porque andaba en la calle hasta tarde, pero no, en general, no ha tenido muchas cosas que me hagan reprenderlo duro. ¿Le tocó ser mamá que trabaja?, ¿a qué se dedicaba? Yo soy licenciada en Enfermería, entonces, aparte del arraigo que tiene con sus abuelos, ellos, los tres tuvieron abuelos de tiempo completo, incluyendo mi hermana que somos las únicas hermanas mujeres, entonces para ella son sus hijos, la tía consentidora siempre, porque yo era enfermera general y luego la especialidad, la licenciatura, entonces también mi mamá, su papá que nunca me dijo, tú cuida a tus hijos, también tuve su apoyo, a veces hacíamos tareas al mismo tiempo, estaba en la escuela de mis otras especialidades, sí nos tocó un tiempo que estuvieran solos y yo estuviera trabajando. En estos tiempos que las familias están tan separadas ¿cómo le han hecho ustedes para conservarse tan unidos? Yo creo que lo venimos arrastrando de mis papás, y luego tomé el papel de mamá de mis hermanos, mi papá ya tiene dos años que se fue y mi mamá uno, la tuve aquí muchos años conmigo porque estaba incapacitada, la tuve muchos años aquí y mis hermanos venían aquí porque estaba mi mamá, era la casa materna, después mi mamá ya tiene un año que se fue y aún los sábados vienen mis cuñadas, mis sobrinos, y ellos se llevan bien a pesar de la diferencia de edad, se llevan muy bien y como que los sobrinos también han tomado los valores de que sí les gusta estar aquí los sábados, cada cumpleaños de cualquiera se festeja aquí, entonces como hermanos estamos muy unidos y ellos como sobrinos igual, y creo que ha sido la base de todo eso, siempre hemos estado así, aunque cada familia mantenga su lugar, aquí la unión se sigue dando, hay navidades que a las siete de la mañana los corro porque ya estamos cansados, pero aquí estamos en navidades, en año nuevo, todos los cumpleaños, los sábados, estamos juntos. ¿Cómo fue cuando le dijo Carlos que se había ganado el Premio? Muy contenta, cuando me dijeron que era un premio muy importante, muy feliz, porque la verdad yo he visto todo lo que se ha esforzado y se lo merece, se lo merece porque es muy apasionado de su trabajo y es muy entregado en su trabajo, muy contenta de que haya ganado y de que cumplió lo que él quería, su abuelo era su ídolo y mi papá era como su fan de él, muy contenta, feliz. De este modo, esta familia tapatía quien aún extraña a sus abuelos que se fueron hace muy poco, ahora tienen un gran motivo para celebrar que aquel jovencito tranquilo se convirtió en el mejor fotógrafo de Jalisco este año. Muchas felicidades, Carlos, de parte de todo el equipo de Quadratín Jalisco.