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Buscan garantizar seguridad social a comunidad LGBT+
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis., 14 de noviembre de 2016.- La Mesa de Coordinación Transfronteriza Migraciones y Género (MTMG) y la Red de Organizaciones de Guatemala y México, participan en la Misión Internacional de Observación de Derechos Humanos en la Frontera Guatemala – México (MODH), del 10 al 16 de noviembre.
En un documento, exponen que tras diez años trabajando y trazando una trayectoria por comprender, actuar e incidir en los territorios de su frontera común, se lleva a cabo esta Misión Internacional, en la frontera Sur.
“Como una estrategia para posicionar a los grupos de base como referentes para el accionar de alternativas que atiendan las problemáticas migratorias desde una perspectiva de derechos humanos y seguridad humana, reconociendo la importancia de la vinculación y el hermanamiento con otros movimientos y luchas en la región.
Para las organizaciones y movimientos que conformamos la MTMG, la movilidad humana en su expresión actual es resultado de las políticas del modelo de desarrollo impuesto por el capitalismo, que implican la violación sistemática de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales de los pueblos.
Reconocen también las causas múltiples y relacionadas de la migración en las que predominan situaciones de exclusión, violencia social y política, impunidad del sistema de impartición de justicia; pero también con formas de movilidad que están plenamente incorporadas en las estrategias de vida de comunidades y regiones que han conformado una tradición cultural migratoria.
Es a partir de lo anterior, que proponemos y organizamos la presente Misión Internacional de Observación de Derechos Humanos, en el complejo contexto de la región transfronteriza.
La MODH se plantea el análisis de tres ejes interdependientes pero interrelacionados entre sí: Los planes y programas de desarrollo implementados por los gobiernos, los territorios transfronterizos, son parte de un modelo con proyectos extractivistas inscritos en políticas gubernamentales y acuerdos internacionales de libre comercio que conllevan implícita la explotación de los recursos naturales bajo el paraguas del desarrollo económico de la región.
Estos proyectos profundizan en el despojo del territorio de mujeres y hombres que se ven forzados a desplazarse a las ciudades o a otros países, en la precarización de la vida de las comunidades campesinas y/o indígenas, aumentando la carga de trabajo y el estrés de las mujeres que se quedan a cargo de las tierras y la casa.
El enfoque de seguridad nacional y la militarización, el sofisticado proceso de militarización en la región transfronteriza con enfoque de seguridad nacional se ha justificado como un medio para detener el terrorismo, la expansión del crimen organizado, el tráfico ilegal de personas y el paso de las drogas por la frontera sur de México hacia los Estados Unidos.
Ve su más dura expresión en políticas gubernamentales, especialmente en México, como el Programa Integral para la Frontera Sur a partir de agosto de 2014, el cual está provocando un aumento exponencial de detenciones y deportaciones de personas centroamericanas por parte del Estado mexicano. Y como otro ejemplo, en la región el Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, que incluye a Guatemala, Honduras y El Salvador.