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TUXTLA Gtz., 31 de octubre de 2014.- Cristianos protestantes de diferentes denominaciones de la zona alto de Chiapas realizaron una marcha en la avenida principal de Tuxtla Gutiérrez esto en denuncia a la intolerancia religiosa que permea por parte de personas ajenas a su ideología.
Alrededor de mil creyentes evangélicos caminaron por la avenida central de la capital chiapaneca esto ante el cansancio y desesperación que les ocasiona los continuos acosamientos por parte de personas no adeptas a sus creencias religiosas.
A pesar que la subsecretaría de asuntos religiosos y el titular de la secretaría de gobierno en Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, ya cuentan con documentos que señalan los abusos cometidos, lamentaron que aún no se ha ejercido alguna acción que frene estas irregularidades.
Los inconformes salieron del monumento a la Diana Cazadora en el lado oriente de la ciudad para llegar al parque central donde exigieron que el gobierno del estado resuelva la situación luego que existen personas desplazadas de sus comunidades por su credo.
Asimismo, mencionaron que otro de los problemas que aún se viven y del cual no han recibido algún apoyo institucional, es el acoso que viven los evangélicos por no participar o cooperar para las fiestas tradicionales del pueblo.
“Algunos que están dentro de las comunidades sufren la situación de no tener luz y agua; es una modalidad que se presentó desde el sexenio pasado”, comentó uno de los manifestantes.
Cabe hacer mención que en dicha manifestación tuvieron lugar creyentes evangélicos de Chilil, Yaxilil, las Margaritas, San Cristóbal de las Casas, Comitán, Carranza y Mariano Matamoros.
Advirtieron que de no ser resueltos estos problemas se pueden presentar enfrentamientos sobre todo entre las nuevas generaciones, porque son éstas las que al no tener una madurez espiritual dentro de lo pacífico quieran tomar venganza por los abusos.
“No queremos que en la desesperación y cansancio se tomen medidas incorrectas; aunque somos un pueblo de paz, los hijos están creciendo y muchas veces ellos no tienen la misma convicción de fe que los padres, no queremos que alguna vez ellos quieran vengar la injusticia que sufren como familia.”
Por último, dijeron que de no ser atendidos por las autoridades estatales una comisión se plantaría en la entrada del palacio de gobierno.
“Cuando se convierte un hermano al evangelio normalmente ya no va a encender veladoras y a beber alcohol, y esa es la fuente de ingreso que tiene el cacique, entonces este mangonea al pueblo y eso hace que se discrimine al pueblo evangélico, que los desplacen y que lo hostiguen no teniendo agua ni luz…”