Piden rescatar a chiapanecos de campos agrícolas de Mèxico

SAN CRISTÒBAL DE LAS CASAS, 16 de noviembre del 2015.- Jornaleros chiapanecos de esta región de los Altos de Chiapas, que lograron escapar de los ranchos agrícolas de Sonora y el Valle de San Quintín, pidieron a las autoridades correspondientes de Chiapas, rescatar a sus compañeros que están siendo explotados y violentados todos sus derechos humanos y laborales.

José Luis Meza Guzmán, originario del municipio de Tenejapa, denunció que escapó hace unos días del Rancho Agrícola de San Carlos, en Hermosillo, Sonora, a donde los enganchadores lo llevaron a cortar pepino y calabaza italiana, pero huyó por el maltrato y las condiciones infrahumanas en las que sobreviven los jornaleros indígenas, tales como hacinamiento, mala alimentación, baños insalubres y discriminación por ser indígenas.

Dijo que en ese rancho todos los trabajadores son indígenas chiapanecos, son como unos 600, que están siendo explotados, por lo que debido a estas condiciones muchos desean escaparse pero no tienen ni para su pasaje de regreso a su comunidad porque les retienen su primera semana de sueldo y en los ranchos inaccesibles en el desierto, por lo que se les dificulta salir de estos ranchos.

Meza Guzmán, narró que bajo un contrato engañoso se les lleva a hombres y mujeres a trabajar a estos ranchos, ganando apenas 150 pesos diarios de los cuáles deben ocupar 30 pesos para comprar su refresco porque con sus alimentos a base frijol y arroz, no les dan ni siquiera agua, obligándolos a comprar y endeudarse en la tienda del patrón como si fueran las tiendas de raya del siglo pasado.

No pueden regresar a Chiapas, porque no han terminado el contrato de 8 meses, porque no les van a remunerar su pasaje.

Así también denunció que muchos de sus compañeros están enfermos por el contacto que tiene con los químicos y fertilizantes con los que están en contacto directo y diariamente.

Antes estas condiciones, José Luis Meza Guzmán, un indígena tzeltal, exige el rescate de 600 chiapanecos que trabajan en estos ranchos agrícolas del norte del país o pide que cuando menos se supervisen las condiciones laborales en que trabajen.