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Familiares de Gustavo Armando Fuentes dudan de lo que vieron en el féretro
Olanchito, Yoro, Honduras
Grandes dudas tienen los miembros de la familia Fuentes Espinoza de esta ciudad, pues creen que el cuerpo de un familiar que perdió la vida el año anterior en México no era el que les mandaron en el ataúd que recibieron.
El caso en mención fue el de Gustavo Armando Fuentes Espinoza que junto con Edwin Alexander Salguero emprendió el viaje en busca del sueño americano. Ambos encontraron la muerte en la ciudad de Tamaulipas, México, el 18 de agosto de 2010, tres días antes de la matanza de los 72 migrantes cometida por el grupo criminal Zetas.
El primer cuerpo fue entregado tres meses después del hecho y el otro, exactamente cien días más tarde.
Nuestra familia tiene como respaldo un video filmado en la morgue. Vimos cuando lo metieron en la bolsa y la sellaron y cuando estaban enviando el cuerpo y eso lo miró mi papá, dijo Melvin Salguero, hermano de Edwin.
Muchas semanas de dolor
Los familiares del extinto Gustavo Armando Fuentes están casi convencidos de que en el féretro que se les envió no venía ningún cuerpo, ya que al llegar al cementerio general de la ciudad de Olanchito abrieron el ataúd.
No le voy a mentir. Antes de enterrarlo no me aguanté y comencé a abrir el ataúd. Allí sólo había bolsas y no estaba el cuerpo de mi hermano.
Comentó que en medio de la confusión no les notificó a las autoridades por temor de que le hicieran algo, pues ya se les había dicho que el féretro no debía ser violentado.
Argumentó que estaba sellado con silicón y que al abrirlo se sentían fuertes olores. Logré tocar y sólo se sentía a lo largo como si fuera carne, pero estaba a lo largo. No pude tocarle las manos ni la cara y por eso es que tenemos dudas, dijo Raúl Edgardo Espinoza, uno de los hermanos del hoy extinto.
Es una burla la que nos han hecho como hondureños. Las autoridades deben hacer algo al respecto para que podamos comprobar todo esto y que se haga una exhumación, sostuvo Juan Ramón Fuentes, otro de los hermanos.
Documentación de México
Entre los documentos presentados por los familiares de Gustavo están las actas de defunción emitidas por el gobierno del estado de Tamaulipas con fecha de registro del 18 de noviembre de 2010, en las que está la autorización de Sandra Yadira Reyes Rivera, cónsul general de Honduras en aquel estado.
La cónsul general en otro documento otorgó poder al representante de la agencia de inhumaciones Capillas del Olmo para que hiciera todos los trámites y permisos relacionados con la identificación, tramitación, liberación y traslado del cuerpo a la ciudad de Olanchito.
Según la constancia de Capillas del Olmo, Gustavo Armando Fuentes fue embalsamado por Luciano Torres Eliceo, que aplicó varias técnicas, lo depositó en una bolsa hermética y lo colocó en un ataúd sellado con empaque de madera para trasladarlo por tierra de Tamaulipas a Ciudad de México.
Desde esa ciudad se hizo el traslado por la vía aérea a San Pedro Sula.
Durante la estancia en Tamaulipas, el cuerpo estuvo en contenedor en el cementerio para esperar la identificación con autorización y conocimiento del consulado de Honduras, desde el 18 de agosto, según la agencia de inhumaciones Capillas del Olmo.