Arma de fuego, presente en los 15 mil homicidios de enero a junio de 2024
En su tránsito por la ruta clandestina que diario siguen sus hijos migrantes centroamericanos, la Caravana Liberando la Esperanza de 38 madres de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua logró la localización de cuatro hondureños y dos nicaragüenses a quienes sus familiares tenían como desaparecidos desde hace muchos años, el compromiso de las organizaciones civiles, pero no del gobierno que una vez más les volteó la cara.
Lo anterior, lo señaló el activista e integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano Rubén Figueroa quien a su llegada al municipio de Arriaga en los límites con Oaxaca, al hacer un recuento de las dos semanas de recorrido dijo que una vez más fueron las organizaciones civiles las que demostraron que estamos unidos en la misma esperanza y en la misma lucha.
El defensor de los derechos de los migrantes señaló que en todo los lugares donde pasó la Caravana de madres, los gobiernos de todos los niveles nunca escucharon las peticiones de la caravana, y la verdad nunca hubo un compromiso, nunca escucharon el dolor de las madres.
El gobierno ha sido omiso en todos los niveles. El gobierno federal, un gobierno que ya se va, no atendió el dolor de estas madres, y en este último año les volteó la cara no cumpliendo con sus responsabilidades, en cambio las organizaciones civiles demostraron una vez más que estamos unidos en la misma esperanza y en la misma lucha.
Rubén Figueroa, señaló que por el contrario la Caravana padeció de intimidación en el estado de Veracruz, por parte de algunos funcionarios del gobierno estatal.
Por tratar de maquillar, por tratar de negar la realidad, el gobierno de Veracruz implementó un equipo para intentar intimidar la caravana, no lo logró, pues ya veníamos sabedores de esto que podía pasar en Veracruz, narró Figueroa.
El activista sostiene que en Veracruz, donde las organizaciones han puesto una alerta, los secuestros de migrantes se han incrementado a un 70 por ciento. En Chiapas, agregó la violencia se presenta en asaltos y violaciones a mujeres.
Hay asesinatos de migrantes, justo cuando la caravana venia transitando por esos lugares, nos dieron la noticia que habían asesinado a un migrante que había escapado de un secuestro en Veracruz, denunció.
En la Caravana Liberando la Esperanza, no solo viajan mujeres en busca de sus hijos que desaparecieron en su tránsito por México huyendo de la pobreza.
En este grupo, el octavo que se organiza desde hace cinco años, viene Lidia Diego Mateo, una mujer de 42 años indígena Quiché, originaria del Ixcan Guatemala quien busca a su hija Leonora Venustiana Morales Diego quien al parecer por su testimonio fue víctima de Trata y desaparecida hace cuatro años en el municipio de Benemérito de las Américas, ubicado en los límites con Chiapas.
La mujer narra que unas muchachas de su comunidad llegaron a pedirle permiso para que su hija entonces de 16 años, se fuera con ellas a trabajar del otro lado. Leonora no tuvo problemas de pasar a México pues es mexicana de nacimiento, nació en un campamento cuando sus padres estuvieron refugiados durante más de una década.
A los dos meses que su hija se fue a trabajar regresó, pero acompañada de un hombre que le dijo era su marido. Lo poco que le dijo a su madre, Leonora fue que la disculpara porque no le llevara dinero como le había prometido para ayudarla con sus 10 hermanos, pero el dinero que ganaba lo cobraban las amigas y el supuesto marido.
Después de esa visita, Lidia habló en dos ocasiones más con su hija, que siempre estaba acompañada del supuesto marido, para luego no saber nunca más de ella.