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AGENCIA QUADRATÍN
OAXACA, OAX.
18 de noviembre de 2015
El sacerdote Apolonio Merino Hernández aseguró que por denunciar actos de pederastia fue suspendido por medio de un decreto canónigo firmado por el arzobispo de la Diócesis de Antequera, José Luis Chávez Botello.
En conferencia de prensa dijo que el 7 de agosto pasado recibió el documento de suspensión en el que se argumentaba que el «Padre Apolonio ha protagonizado división al interior de la iglesia católica, con esta actitud que ha tomado, por no quedarse callado y que ha dañado con esa actitud a varios feligreses».
Recordó que en el 2009, varios sacerdotes denunciaron a su compañero Gerardo Silvestre Hernández por la violación de unos 45 niños indígenas de la Sierra Norte de las parroquias de Santiago Camotlán, San Idelfonso Villa Alta así como San Pablo Huitzo, en el Valle de Etla.
Destacó que Silvestre Hernández enfrenta un proceso penal bajo el expediente 140/2013 y se encuentra recluido en el penal de Tlaxiaco, en la región Mixteca.
Merino Hernández, al ser párroco de Santiago Zoochila, Villa Alta, apoyó las denuncias contra su compañero sacerdote.
Según él, a raíz de eso es que se toma la decisión y le notifican de su suspensión y expulsión de la iglesia católica.
Manifestó que el propio Chávez Botello le ofreció una mesada de 8 mil pesos mensuales, con lo que podría vivir dignamente.
«Considero que la causa de mi suspensión fue por haberme atrevido a escuchar y conducir a la gente que hablen con la verdad ante una justicia y en este caso el atropello a menores», dijo.
Calificó como una injusticia este acto porque lo único que hizo fue atender a quienes denunciaron al sacerdote Silvestre Hernández como presunto responsable de violación a menores.
Acusó al Arzobispo de estar protegiendo al implicado en los delitos de pederastia y dijo desconocer los motivos.
«También Chávez Botello ha ejercido sobre mi persona violencia institucional, amenazas, intimidación, hostigamiento y peor aún, ha vendido la idea que soy enfermo mental».
Apolonio Merino reconoció que tiene familia y eso podría ser utilizado en estos momentos para descalificarlo.
Consideró que el celibato ya no funciona para los sacerdotes de la iglesia católica.
El párroco anunció que solicitará una audiencia con el Papa Francisco en la próxima visita a México y responsabilizó al arzbispo de cualquier daño que pudiera sufrir él o su familia.
Con 13 años de sacerdocio prestó sus servicios en las parroquias de San Juan Bautista Lo de Soto, Juchatengo, Zoochila, Yucutindó e Ixcatlán.
Dijo que también el presbítero Ángel Noguera Nieto está suspendido por este mismo hecho.