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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis., a 30 de octubre del 2016.- El obispo Felipe Arizmendi Esquivel, afirmó que algunas voces se han extrañando de la disposición reciente de la iglesia católica, de prohibir que se conserven en casa las cenizas de sus seres queridos difuntos.
En un documento indicó que los dos obispos de esta diócesis, participan en la Clausura del Congreso Nacional Misionero, en Tuxtla Gutiérrez, por lo que al emitir su mensaje dominical, exhortó a conservar nuestras tradiciones del «Día de Muertos», pues dijo «los difuntos nos unen.
Mencionó que en algunas comunidades indígenas, sepultan a los muertos en su propia casa, sea en el patio o en alguna de las habitaciones.
La iglesia recomienda que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otro lugares sagrados.
Cuando por razones de tipo higiénicas, económicas o sociales, lleven a optar por la cremación, la iglesia no ve razones doctrinales para evitar esta práctica ya que la cremación del cadáver no toca el alma y no impide a la omnipotencia divina resucitar el cuerpo
La cremación no está prohibida, pero lo que sí se ha prohibido, recientemente, es la conservación en casa de las cenizas de los difuntos.
«Las cenizas del difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o en la iglesia; no está permitida la conservación de las cenizas en el hogar».
Arizmendi enfatizó que tampoco está permitida la dispersión de cenizas en el aire, en la tierra o en cualquier otra forma.
El alto jerarca de la iglesia católica, habló también de las ofrendas, de la tumba, de las velas y veladoras, de las cenizas, incineración, cremación y del duelo expresó que este no puede
ser indefinido, pues la fe y la esperanza nos aseguran vida eterna para nuestros difuntos.