Padres migrantes de bebé mexicana no pudieron pagar multa al INM

TAPACHULA, Chis., 9 de agosto 2025.- Los padres ecuatorianos de la bebé mexicana Itzel Guadalupe, que viaja en la caravana migrante, no pudieron pagar la multa de 11 de más de 11 mil pesos de la regularización por vínculo familiar.

 Además, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) les negó el estatus de la condición de refugiado, situación que los obligó a caminar con el “Éxodo de justicia”.

De acuerdo a la coordinadora del colectivo Yo te cuido Tapachula, Yamel Athié Guerra la familia fue apoyada por su organización para que la menor fuera registrada y obtuviera su acta de nacimiento.

La familia ecuatoriana integrada por Johnny Fabricio y Jennyfer Magdalena, así como sus hijos Esteven Ariel, de 13 años de edad y Teylor Matías de dos; abandonaron Ecuador debido a la inseguridad y en busca de mejores condiciones de vida en Estados Unidos, así como de un tratamiento para su hijo mayor debido a las quemaduras de tercer grado que presenta en el rostro y cuerpo, que sufrió durante un incendio.

En noviembre del 2024, ingresaron de forma irregular a territorio mexicano e iniciaron los trámites de refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), pero al nacer su hija Itzel Guadalupe el 14 de diciembre del año pasado; se les explicó que por ser padres de una hija mexicana tenían derecho a un documento migratorio.

Con la madre recién aliviada, el papá y su menor hijo se vieron en la necesidad de vender agua embotellada y limpiar parabrisas de los carros en calles de esta ciudad, ya que por su condición irregular nadie contrataba al adulto.

Pero meses después, el padre de esta familia fue operado de emergencia y, el hijo mayor junto con su mamá y sus hermanos menores continuó vendiendo agua en las calles para solventar los gastos de alimentación y pago de renta.

La activista, narró que el Desarrollo Integral para la Familia (DIF) Tapachula representado por Beba Pedrero intentó en varias ocasiones llevarse al menor y criminalizar a los padres por una supuesta explotación laboral, en el marco del programa para la erradicación del trabajo infantil, pero no se tomaron la molestia de saber el contexto de la situación económica que atravesaba la familia.

En diciembre del año pasado, en el colectivo explicamos a los padres que mejor acudieran ante el Instituto Nacional de Migración para que fuera más fácil obtener los papeles migratorios que en COMAR, pero desafortunadamente la familia no cuenta con recursos económicos para pagar la multa.

“Incluso pensamos en buscar ayuda en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para tratar de que se les perdonara la multa, pero creo que se desesperaron”, explicó la activista.

A pesar de que varias organizaciones defensoras de derechos humanos y de ayuda humanitaria intentaron asesorar y apoyar a la familia, se toparon con trámites burocráticos, con personas que no hicieron bien su trabajo, la falta de recursos económico, el acoso del DIF; así como la falta de un trabajo que al final obligó a la familia a tomar la decisión de caminar con la caravana para llegar a la Ciudad de México, a pesar del riesgo.

Athié Guerra explicó que en Tapachula lamentablemente muchas familias migrantes, especialmente haitianos, están pasando por el mismo problema de la regularización migratoria de los padres extranjeros con hijos mexicanos.

A cuatro días de caminar de la caravana migrante denominada “Exodo de justicia”, el Instituto Nacional de Migración no se ha acercado para dialogar con la población extranjera que busca llegar a la Ciudad de México, aunque la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró en la mañanera del pasado viernes, que dará distintas opciones, desde la repatriación a su país hasta la posibilidad de empleo.

Este viernes, el contingente avanzó 31 kilómetros, de la ciudad de Huixta a Escuintla, donde descansarán para reanudar su viaje las primeras horas del domingo hacia el municipio de Mapastepec.

Señalaron que aún no obtienen respuesta del INM a la petición de que les otorguen un permiso para llegar a la Ciudad de México, donde buscan regularizar su situación migratoria y empleo bien remunerado.