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TAPACHULA, Chiapas a 19 de marzo 2021.- Una nueva oleada de migrantes provenientes principalmente de Honduras, África, Cuba y Haití saturan las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) de esta localidad, ubicada a unos 25 kilómetros de la frontera con Guatemala.
El relajamiento de la vigilancia por parte de las autoridades federales en el río Suchiate, que divide a México con Guatemala, ha sido aprovechado por decenas de extranjeros que cruzan de forma irregular debido a que el caudal del afluente es bajo.
De acuerdo a Pierre Marc, oficial de información pública de ACNUR, los últimos seis meses del 2020 y lo que va de este año, se registró un incremento de solicitudes de asilo de migrantes, a pesar de la pandemia por Covid-19.
Abundó que, en el caso de Centroamérica, Honduras ocupa el primer lugar en solicitudes de asilo, debido al incremento de la violencia que provocan las pandillas por el cobro de derecho de piso o extorsiones a las familias y la pobreza extrema que dejaron los huracanes el año pasado.
Migrantes de Haití, Cuba y África también se han acercado a la oficina de ACNUR ya que como requisito para trámites migratorios tienen que estar registrados en el sistema; otros llegan para solicitar asilo, por ayuda económica para que puedan rentar un cuarto donde vivir, atención psicológica, legal o de protección.
El funcionario de ACNUR indicó que todos los días se atiende un promedio de 400 extranjeros, y aunque se ha incrementado la llegada de migrantes, consideró que no están en una situación de emergencia, pero fortalecerán la atención con el incremento de personal y espacios.
De acuerdo a estadísticas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), en el primer bimestre de este año, recibieron un total de 13 mil 513 solicitudes de refugio en las sedes de CDMX, Tabasco, Veracruz y Chiapas.
En la sede ubicada en Tapachula iniciaron trámites de refugio un total de 9 mil 677 migrantes; de los cuales 7 mil 319 son de Honduras, mil 376 de Cuba, mil 300 de Haití, mil 041 de El Salvador, 805 de Venezuela, 719 de Nicaragua, 130 de Chile, 113 de Brasil, 110 de Colombia y 344 de otros países.
El año pasado la COMAR cerró con 41 mil 222 solicitudes de refugio, siendo la delegación de Tapachula con 26 mil 689 la que atendió el mayor número de personas.
PAGAS IMPUESTO DE GUERRA O ME DAS A TU HIJO; MAREROS EN HONDURAS
Denis, un hondureño de 46 años, padre de tres menores de 14, 11, 7 y 4 años de edad; decidió huir de su natal Honduras para no entregar a su hijo adolescente a las pandillas, debido a que ya no pudo pagar mil 200 lempiras (unos 1,024 pesos mexicanos) quincenales por concepto de “impuesto de guerra”.
“Trabajaba en el campo sembrando maíz y fríjol, pero el huracán destruyó todo mi cultivo, ya no tuve para pagar a los mareros la cuota que me exigían”, relata el hombre, mientras se forma a la larga fila para ingresar a la oficina de ACNUR.
“Todos los días me acosaban, llegaban con sus armas a amenazarme para que les pagara, era mucho el dinero que decían les debía; entonces un día llegaron y me dijeron tienes dos opciones: nos das tu casa o tu hijo, decidí dejarles mi casa y huir con mis hijos”, explica el hombre.
“Vine a pedir ayuda a este país, siento que aquí va hacer diferente mi vida; allá en Honduras no tenía tranquilidad, todos los días llegaban los mareros amenazarme con sus armas, mis hijos temblaban y me decía que era mejor morir en el camino”, refiere Denis.
La misma situación enfrentó Carlos de 31 años de edad; a quien amenazaron con quemarle su vivienda con sus tres hijos y su esposa adentro, sino pagaba la cuota de extorsión.
Ya habían quemado la casa de su suegra, y la advertencia de los mareros fue: pagas o nos entregas a tu hijo.
Tenía dos opciones, entregar a mi hijo o morir. Por la madrugada decidimos huir para salvar nuestras vidas.
La situación de violencia en Honduras es demasiado, matan más personas en la calle que perros, señala.