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TAPACHULA, Chis., a 08 de 2022.- Más de una treintena de jóvenes que participaron en la marcha con motivo del Día Internacional de la Mujer, denunciaron en medio de lágrimas, dolor y coraje a sus violadores, que fueron en la mayoría familiares, amigos y taxistas.
“Vengo a exponer a mi agresor, mi hermano, desde mucho tiempo atrás, desde que era una niña, abusó de mí…”, dijo una de las jóvenes con la voz entrecortada; mientras el resto de las chicas le expresaban su solidaridad y repudio al abusador sexual.
“Hace unos meses, un tipo que se decía buen amigo, que es fotógrafo, intentó abusar de mí en casa de una amiga, lo denuncié y nadie me creyó”, expuso otra de las jóvenes reunidas en el zócalo de la ciudad.
“¡No estas solas, amiga, hermana, aquí está tu manada!”, expresaban las jóvenes en medio de lágrimas, dolor y coraje.
Una treintena de jóvenes que participaron en la marcha del 8M convocada por el colectivo Perlas Sororas de Tapachula y Guacaleras por el Derecho a Decidir, expusieron una a una a sus abusadores sexuales, que fueron en la mayoría familiares, padrastros, amigos, taxistas, estudiantes, trabajadores de plazas comerciales y tiendas departamentales.
Los abusos sexuales continúan impunes y en la mayoría de los casos, los familiares no les creyeron a las víctimas, las acusaron de mentirosas y les dejaron de hablar.
“Yo le dije a mi tía lo que me había hecho su esposo, ella me dejó de hablar, me dio por muerta y ahora quiero hablar, también abusó de una prima, él sigue libre y estoy segura que no solamente a mí me violó”, señaló otra de las jóvenes.
Otra chica que expuso a su abusador sexual un familiar, indicó que al decir lo sucedió, su familia la tachó de mentirosa, le dejaron de hablar y ahora sufre depresión.
“Tengo ganas de morir por el abuso de mi primo, pero ahora tengo el valor de alzar la voz y sé que no tengo que morir”, dijo entre lágrimas.
En la marcha, que partió de la 36 Zona Militar, participaron cerca de medio millar de jóvenes, mujeres con niños, adultos mayores y padres que apoyaron a sus hijas.
Durante la manifestación pacífica, las chicas portaron pancartas con diversos mensajes rechazando la violencia, los abusos sexuales y exigiendo justicia por las mujeres asesinadas, así como las mujeres migrantes que sufren abusos.
Tras la marcha, las manifestantes pegaron sus pancartas en la puerta de la presidencia municipal y en las gradas, expusieron zapatos de mujeres y niñas manchadas con pintura roja por las asesinadas.