Lamenta gobernador de Chiapas ataque a Pakales por policías y soldados chapines

TAPACHULA, Chis., a 9 de junio 2025.- El gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar lamenta que policías y soldados de Guatemala estén al servicio de la delincuencia, luego de haber atacado junto con civiles a elementos de la Fuerzas de Reacción Inmediata Pakal (FRIP) tras una persecución a supuestos integrantes del crimen organizado que inició en el lado mexicano y concluyó a unos metros de la línea divisoria del vecino país.

En sus redes sociales, el mandatario chiapaneco lamentó que personal del Ejército de Guatemala y de la Policía Nacional Civil (PNC) atacaran con armas de grueso calibre junto con civiles armados a los Pakales, luego de que estos últimos agredieron a balazos y con granadas de fragmentación a los policías estatales en el tramo de Las Champas durante una emboscada.

“Sobre los hechos lamentables ocurridos en la línea divisoria con hermana República de Guatemala, es muy delicado que autoridades encargadas de velar por la seguridad de sus conciudadanos participen en estos actos. No es cosa menor estar coludidos, pero lo que es peor es estar al servicio de la delincuencia”, escribió  Ramírez Aguilar.

“Esperamos que nuestra hermana República de Guatemala actúe con legalidad y responsabilidad con elementos de sus corporaciones. Nosotros seguiremos aplicando la ley con firmeza y sin distinción alguna”, aseveró.

El pasado domingo, agentes estatales fueron atacados por grupos armados cerca de la zona conocida como Las Chompas, donde a principios de este mes, asesinaron a cinco de sus compañeros en una emboscada.

La persecución se extendió unos metros adentro de territorio guatemalteco, hasta donde ingresó el grupo de civiles armados, en medio de un tianguis.

Agentes de la PNC y del Ejército de Guatemala, junto con el grupo de civiles armados atacaron con armas de grueso calibre la patrulla blindada e intentaron sacar a los elementos de la unidad.

Cuatro supuestos integrantes de la delincuencia organizada fueron abatidos durante el primer enfrentamiento en territorio mexicano, en respuesta a una emboscada que les tendieron a los agentes estatales que fueron agredidos con armas de fuego y granadas de fragmentación.

La policía también aseguró cuatro camionetas, tres de ellas con blindaje, tres armas largas AK-47 y un arma larga R15 con aditamento lanzagranadas.