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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chiapas, a 11 de mayo del 2017.- Expresos solidarios “La Voz del Amate”, dieron a conocer que participarán en una campaña gráfica internacional, para exigir la libertad del indígena Alejandro Díaz Santis, a 18 años de su encarcelamiento.
En conferencia de prensa, sus compañeros de cárcel, hasta el 2013, en el Centro de Readaptación Social “El Amate”, entre ellos, Alberto Patishtán y Pedro López Jiménez, así como su madre María Santis Pérez, manifestaron que el caso se expondrá a nivel internacional.
“Se trata de visibilizar más el caso de Alejandro, como se hizo con nosotros que nos ayudó mucha gente a nivel internacional, también nacional y estatal. Entonces, es lo que queremos trabajar con otras organizaciones para poder exigir ya la libertad del compañero”, aseveró Pedro López Jiménez, integrante de la “La Voz del Amate”.
Mencionó que Alejandro Díaz Santis, se encuentra recluido en el Centro de Readaptación Social de Villacomaltitlán y es acusado del homicidio de una niña de un año y 8 meses, por lo que fue sentenciado a 29 años de prisión, pero aseguran que es inocente, que es un preso político y su encarcelamiento es injustamente.
De ahí que, expresos junto con familiares y organizaciones, entre estas agrupaciones el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, van a seguir exigiendo la libertad de Alejandro.
Alberto Patisthán, afirmó que ayer 10 de mayo su madre María Santis Pérez, esperaba una buena noticia de su hijo, pero no pasó nada, porque dijo su abogado Leonel Rivero, que su caso está muy lento, no hay avance.
“Desgraciadamente está mujer solo ha recibido decepción e injusticias del gobierno, porque no están haciendo las cosas como debieran ser, son 18 años que sigue esperando la libertad de su hijo”, exclamó.
Aseguran que desde el principio el caso de Alejandro Díaz Santis, presentó irregularidades ya que no contó con un traductor por ser una persona indígena, situación que complicó más su caso, además fue trasladado a Villacomaltitlán, luego de estar preso en el centro de reinserción social para sentenciados número 5, en San Cristóbal.