Desplazados de Chalchihuitán exigen a Velasco Coello repare daños
CHALCHIHUITÁN, Chiapas, a 17 de diciembre de 2017.-Los ojos de Virgilio Pérez se llenaron de lagrimas cuando vió los destrozos que grupos armados de Chenalhó provocaron a su vivienda, ubicada en el paraje Ch’en Mut; de donde huyó el pasado 18 de octubre para refugiarse en las montañas junto con su esposa y 6 hijos. A casi dos meses de que paramilitares ingresaron a 8 comunidades Tzotzil, donde asesinaron a Samuel Luna Girón y quemaron viviendas; autoridades del lugar, junto con algunos hombres llegaron para verificar los daños. «Mire como dejaron las laminas del techo baleadas, mis cositas y animalitos los robaron», dice mientras se seca las lagrimas. En esta vivienda de dos cuartos pequeños, se puede observar agujeros en las láminas, algunas prendas de vestir tiradas y una improvisada cama que sostiene un viejo colchon con block y tablas. El mismo desorden prevalece en la humilde cocina, donde sólo se observa un fogón sin trastes y una puerta de madera que se abrió forzada. Unos metros adelante, Juan Lisandro Luna Pérez muestra la puerta de su vivienda de fierro con más de unaveintena de agujeros provocados por armas de fuego, mientras en el suelo se observa dos cartuchos percutidos. «Como quieren que regresemos a nuestras casas sino hay confianza para regresar, no hay seguridad que regresen los hombres armados y ahora si nos maten, explica a través de un traductor del idioma Tzotzil. Juan y Antonio, explican que sus familias siguen viviendo en la montaña, por que ahí se sienten más seguro, sin embargo, sus familias sufren por el frío y la falta de alimento. «Mis hijos estan enfermos de gripa, tos, fiebre, diárrea y tampoco hay que comer, estamos desesperados por que el gobierno no hace nada por arreglar esta situación», refiere. Elicia Gómez García, esposa de Samuel Luna Girón, asesinado el 18 de octubre por el grupo de hombres armados, junto con sus 5 menores hijos, es una de las mujeres desplazadas que temen regresar a sus viviendas, por miedo a ser masacrados por paramilitares. Refiere que no está recibiendo ayuda del gobierno y sus hijos, al igual que el resto de los niños del campamento sufren de cuadros diarreicos, gripa,tos y fiebres, además de la falta de alimento, exige a Manuel Velasco Coello castigo para los asesinos de su esposo.