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Eduardo Ramírez encabeza acciones humanistas a favor del pueblo de Tapachula
CHALCHIHUITÁN, Chis., a 24 de diciembre de 2017.-Desde lo alto de la montaña donde se ubica el campamento 2 del paraje Pom, hombres, mujeres y niños Tzotziles; observan sus viviendas y parcelas abandonadas; dicen que hay hombres armados que de noche realizan disparos con armas de grueso calibre, que ya fue escuchado por el Ejército Mexicano.
«Queremos regresar a nuestras casitas, pero ahi están los paramilitares de Chenalhó, vigilan para que no regresemos, ahí están, los podemos ver desde acá», refieren, mientras señalan a lo lejos unos bultos entre los sembradíos de maíz.
El agente municipal del paraje Pom, Manuel Pérez Girón, recuerda que el pasado 18 de octubre los hombres armados de Chenalhó ingresaron realizando disparos por las parcelas de maíz, tierras que reclaman como suyas y que pretenden recuperarlas a sangres y fuego.
Hombres, mujeres, niños y ancianos huyeron hacía las montañas para salvaguardar sus vidas, mientras los paramilitares saqueaban sus viviendas y se robaban animales de traspatio.
«Ahí es donde está el conflicto, donde están las mojoneras», señala la autoridad municipal en la parte de abajo, donde se observa a los lejos la carretera que comunica a Chenalhó, Pantelhó y Chalchihuitán con San Cristóbal de las Casas; que fue bloqueada por más de un mes por los inconformes.
En este campamento se resguardan unas 380 personas, en su mayoría niños de un mes de nacidos, de 5 años y adolescentes; así como mujeres, algunas embarazadas y adultos mayores.
Hasta las 14:00 horas del 23 de diciembre, los desplazados se quejaban que desde hace 2 días no les llevaban alimentos ni agua.
En improvisadas fogatas cosen un poco de frijoles y chayotes con poco de agua que trajeron de un lejano pozo; que será repartido entre las casi 400 personas de este campamento.
La mirada de mujeres de la tercera edad es de tristeza y desesperación; mientras que los niños tratan de distraerse jugando tierra.
Se sienten desesperadas por que los días pasan y no ven que haya una solución al problema agrario entre sus vecinos de Chenalhó, para que puedan regresar a sus humildes hogares.
Las mujeres, apoyadas por traductores; exigen al gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello aplique el estado de derecho para que puedan regresar en paz a sus viviendas, por que, es mucho sufrimiento para sus familias vivir en las montañas soportando frío, hambre y enfermedades.
Insisten en la detención de los hombres armados que se encuentran en sus propiedades y que aún siguen realizando disparos, sembrando el miendo y la incertidumbre entre los desplazados indígenas.
El conflicto de límites territoriales que data de hace 40 años, y aque actualmente ha dejado a más de 5 mil Tzotziles desplazados y la muerte de 11 personas; parece no tener solución debido a que ambos municipios alegan ser los propietarios, unos con documentos y otros por antiguedad.
Mientras organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Derechos Humanos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se han pronunciado para que se atienda a estos grupos vulnerable.
La Rede de Mujeres Chiapanecas en contra de la Violencia y por el Derecho a vivier en Paz, ha exigido que se apliquen los principios rectores de los desplazamientos internos de la ONU para proteger a los cientos de familias que han huido de la violencia generalizada y que están en total vulnerabilidad.
De igual forma, se investigue y castigue a él o los asesinos de Samuel Pérez Luna y se desarme a los grupos que actúan de manera impune bajo la permisidad del gobierno de Chiapas y de México; así como se garantice el libre tránsito y la paz social de las comunidades indígenas de Chenalhó y Chalchihuitán, priorizando el diálogo entre las partes bajo el respeto de los derechos humanos de los pueblos indígenas y de las mujeres.