Comienza audiencia curcio, clave para El Mayo Zambada en Nueva York
TAPACHULA, Chiapas, a 22 de enero de 2017.- Elaine Miranda no sonríe. Sentada en la orilla de una vieja cama matrimonial, que comparte con su esposo y su hija de 40 días, dice que la está pasando muy mal, pero no quiere regresar a cuba, de donde salió huyendo en mayo pasado con la ilusión de alcanzar el sueño americano. “Ya no tenemos nada allá, ni casa ni muebles y nos iría peor, seríamos señalados por nuestro compatriota y el gobierno de Raúl Castro nos obligarìa a trabajar en los campos agrícolas, casi como esclavos”, indica.
La joven madre detalla que antes de llegar a México a travesaron nueve países (Trinidad y Tobago, Brasil, Venezuela, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala) y que non sido asaltados por delincuentes, pero los traficantes de personas les han pedido mucho dinero para dejarlos avanzar.
«El gobierno de Cuba dice que perdimos todos nuesgtros bienes para entregarselos a los traficantes de humanos por el sueño de llegar a Estados Unidos, ahora, después que el presidente Obama eliminó la política Pies Secos, Pies Mojados, quedamos a disposición de ellos (autoridades cubanas) que nos van a mandar a trabajar a los campos agrícolas alejados de nuestra provincia, si nos deportan, vamos a estar presos”, asevera.
La jóven mujer narra que abandonó La Habana, con un embarazo de aproximandamente cuatro semanas, acompañada de su esposo Marco Delgado, debido a la dificil situación económica, pero sobre todo porque no hay libertad de expresión y respeto a los derechos humanos.
Elaine explica que lograron juntar unos 3 mil dólares del trabajo de su esposo, quien era contador y tenía un sueldo de 15 dólares al mes, mientras que ella vendió sus alhajas, electrodomésticos y pidió préstamos de familiares que radican en Estados Unidos. «Nosotros buscamos una vía de escape económico, libertad en otro país, el que sea», expresó la jóven madre.
«El 11 de mayo del año pasado decidimos viajar como turistas y abordamos un avión a Trinidad y Tobago, ya que ese lugar es libre visado, para instalarnos en la ciudad de Guyana, donde trabajamos de 15 a 17 horas diarias», explica.
«Todo el embarazo la pase trabajando en un restaurante de cajera, y los fines de semana, en un club nocturno, junto con mi esposo, logrando juntar unos 4 mil dólares para el viaje», dice.
Después cruzaron Panamà, donde nació su hija Liz María, quien ahora tiene un mes y siete días de edad.
Después del parto viajaron por Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y, finalmente, la semana pasada llegaron a Tapachula, Chiapas.
-¿Los asaltaron en el camino?
-No, Pero se le tiene que pagar a los traficantes de personas, quienes cobran de entre 800 a mil dólares para evadir los controles migratorios de algunos países, como Colombia, donde cruzas la selva y se le tiene que pagar a la guerrilla; Venezuela, que es un país muy violento, donde los policías te quitan el dinero; Nicaragua, es un lugar donde no nos quieren, hay que pagar por todo.
La pareja de jóvenes y su pequeña hija comparte un pequeño cuarto que comparte con ocho personas más. Es el departamento de un edificio que se ubica en el centro de la ciudad, donde se hospedan más de un centenar de cubanos.
Refieren que después de cruzar a territorio nacional de forma ilegal a por el río Suchiate, que sirve de división entre México y Guatemala, a través de embarcaciones construidas con neumáticos de tractos y tablas, se entregaron al Instituto Nacional de Migración, pero como le faltaban documentos de su menor hija, no fueron aceptados para tramitar el salvoconducto, por lo que, decidieron contratar a un abogado.
La pareja considera que en pocos días podría registrarse una crisis humanitaria en esta frontera sur o el norte de México, por la llegada de decenas de isleños que vienen en camino; no quisieron detenerse a pesar de que fue cancelado el programa de Pies Secos, Pies Mojados ni por las amenazas de deportación del del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los profesores
Yeni y Elisandre son vecinos de Elaine y Marco. Los profesores, originarios de Guantánamo, reposan sobre colchonetas raídas y descoloridas. Cabizbajos comentan que están tristes y desesperados por el anuncio de la eliminación del decreto Pies Secos, Pies Mojados que hizo el entonces presidente de EU, Barack Obama.
«No entendemos porque nos hizo esto, nuestra única esperanza es que Trump se compadezca de los miles de cubanos que vienen en camino», señala Yeni.
Asegura que su intención nunca fue quedarse en Mèxico. Aún tiene la esperanza de que algo pase y pueda entrar a Estados Unidos.
Añade que como profesores, en Cuba percibían un sueldo de 24 dólares al mes, con lo que tenían que cubrir gastos de comida, pasaje, ropa y calzado para sus hijos, de 12 y 13 años de edad, quienes se quedaron en la Isla con familiares.
Para el deportista cubano Rafael Ocaña, de 27 años, si son deportados a la isla les espera la cárcel, además del repudio de los castristas y serán vistos como anticomunistas.» Manchan nuestros expedientes, no podemos conseguir un buen trabajo», afirma.
Ocaña explica que en la isla dejó a sus padres, quienes se dedican a la agricultura, siembra de malanga (yuca), pero no la pueden vender libremente, sino que es entregada al gobierno y éste les paga una mínima cantidad y con un tiempo de hasta cinco meses.
Jaime Gracero, de Guantánamo,
Jaime Gracero, de Guantánamo también está desesperado. Desde hace más de 20 días su esposa se encuentra encerrada en la estación migratoria Siglo 21. A èll le entregaron el salvoconducto a los 12 días de haberse entregado al INM, pero, no quiere seguir solo.
«No me dicen nada las autoridades migratoria, si la van a deportar o le van a entregar el documento para que podamos seguir nuestro caminos», comenta.
Gracero calcula que hay más de 300 cubanos en la Siglo 21, en espera de que les resuelvan, su situación migratoria. «No sabemos si los van a deportar, mi esposa, al igual que todos los que están allá adentro, tienen miedo de que los deporten», señala.
Unos 600 cubanos se encuentran varados en esta localidad fronteriza con Guatemala, en espera de que les otorguen el documento para que puedan abandonar el país y continuar su viaje a los Estaos Unidos.
La mitad de ello, es decir, unos 300, están retenidos en la estación migratoria Siglo 21, el resto decidieron no entregarse al Instituto Nacional de Migraciòn y solicitar el salvoconducto a través de abogados. El trámite tarda de 20 días a un mes. En tanto, viven hacinados en pequeños cuartos donde pagan la cantidad de 100 pesos diarios por persona.
Fuentes del INM explicaron que dicho trámite no se necesita contratar aun abogado y pueden llevar a cabo el proceso de manera directa en las oficinas de Migración ubicadas en Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas y Comitán. Los cubanos fueron entrevistados antes de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos y el Instituto Nacional de Migraciòn (INM) decidiera enviar a 91 isleños, 20 mujeres y 71 hombres, a La Habana, el pasado 20 de enero.
Tomado de El Universal de Mèxico