
Descarta Sheinbaum desaparición del T-MEC 07
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, 7 de Marzo de 2016.- El Movimiento en Defensa de la Tierra y el Territorio y por el Reconocimiento de las Mujeres en la toma de decisiones (MDTTMD), se suma a la condena e indignación por el asesinato de la líder indígena y defensora de los derechos humanos de los pueblos indígenas, Berta Cáceres, ocurrido la noche del 2 de marzo en la Esperanza, Intibuca’, Honduras.
En un documento, dicha organización emite el siguiente posicionamiento: «nos sumamos a la exigencia de nuestros compañeros y compañeras de la Organización Otros Mundos, para la pronta intervención de los gobiernos de Honduras y México, para proporcionarle a Gustavo Castro, protección inmediata”.
La lucha en defensa de la tierra y el territorio encabezada por la compañera Berta, fundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas y Populares de Honduras (COPINH), es un ejemplo de valentía y compromiso por la vida. Su cobarde asesinato deja en claro la complacencia del Estado, como permisor y generador de impunidad, pero sobre todo como el principal agente de represión y criminalización de los pueblos que se oponen a los intereses de las grandes trasnacionales.
Para las mujeres indígenas, campesinas y urbanas, que integramos la MDTTMD, el gobierno de Honduras, es el principal responsable de Berta Cáceres, por lo que hacemos un llamado a los movimientos de mujeres, colectivos y organizaciones, para que en el marco del Día Internacional de las Mujeres, nos pronunciemos condenando este crimen auspiciado por el gobierno de Honduras.
Asimismo, vamos a reprobar las agresiones estatales y empresariales, hacia las mujeres que defienden y acompañan procesos de resistencia.
También es para exigir al señor Juan Orlando Hernández, presidente de la república de Honduras, cese la represión y el hostigamiento a los pueblos indígenas que defienden legal y legítimamente a los pueblos indígenas, así como la cancelación inmediata de los proyectos hidroeléctricos, extractivistas y de infraestructura que dañan la integralidad de los territorios indígenas y la vida de las mujeres.
A las y los compañeros de na Coordinadora General del Consejo Cívico de Organizaciones Populares, les decimos que compartimos su rabia e indignación y que su lucha también es nuestra, que no están solas ni solos.
«Ni una asesinada más, iBerta Cáceres Vive!, iLa lucha sigue y sigue!, finaliza el comunicado.