Integrantes del EZLN se declaran en plantón; exigen libertad de preso

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chiapas; 18 de abril de 2016.- Solidarios de “La Voz del Amate” y familiares de Alejandro Díaz Santis, adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional,  EZLN, se declararon en plantón indefinido, frente a Catedral, para exigir su libertad, en el marco de la “Jornada Mundial por las y los Presos Políticos”.

El abogado Leonel Rivera Rodrigo, señaló que Alejandro Díaz,  es un indígena tzotzil, de 35 años de edad,  quien está presó desde 1999, al momento de su detención no contó con traductor y se le acusa de un crimen que no cometió.

En conferencia de prensa, expuso que Alejandro, fue detenido en Veracruz y luego sentenciado, al momento del arresto no hablaba español, fue torturado y no tuvo una defensa legal.

“La exigencia de libertad de las organizaciones presentes en este día se enmarca en proximidad de la resolución de un amparo que se interpuso ante la negativa de la autoridad penitenciaria del Estado de Veracruz, de realizar la remisión parcial de la pena, que de ser positiva asignaría a Alejandro Díaz, un descuento que permitiría el beneficio de de la libertad”, explicó.

Después de varios traslados a diferentes penales de Chiapas, Alejandro, llegó al CERESO No. 5, de San Cristóbal de las Casas, donde conoció a Alberto Patishtán, aprendió hablar español, se organizó con otros pesos y presas en un colectivo llamado “Solidarios de la Voz del Amate”, adhiriéndose a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Tras muchas acciones emprendidas, los integrantes del colectivo, excepto Alejandro, consiguieron su libertad en julio del 2013.

Desde entonces, Alejandro Díaz Santis, ha continuado concientizando a los internos sobre sus derechos, sobre los procesos organizativos dentro de la cárcel, ha prestado su voz para denunciar los atropellos y la corrupción de las autoridades penitenciarias.

Alejandro lleva 15 años presos y en septiembre del 2015, fue trasladado forzosamente al CEFERESO de Villacomaltitlán, cárcel de máxima seguridad.