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SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, Chiapas, 10 de diciembre del 2015. Juan Díaz Gómez, un indígena de 22 años de edad, subió a una cruz de madera para crucificarse en demanda de la libertad de su tío Agustín Díaz Gómez, que se encuentra preso en el Centro de Readaptación Social (Cereso), número 5, en San Cristóbal de las Casas.
Primero subió a la cruz Araceli Díaz, hija del recluido, quien después de crucificarse se desmayó y fue auxiliada por sus parientes.
Después, a la una en punto de la tarde de este jueves, se crucificó Juan Díaz Gómez, sobrino de Agustín Díaz Gómez, originario del municipio de Chalchihuitan.
En este contexto, Verónica Díaz Gómez, hermana del enjuiciado declaró, «exigimos justicia, sale en libertad mi hermano o tomamos otras medidas, ya basta con lo que hace el gobierno.
También queremos desmentir al Subsecretario de Gobierno, Edgar Rosales, que ha vociferado que nosotros queremos inmolar a tres niños y eso no es cierto. Este subsecretario ha llegado a decirnos al plantón que nuestro Agustín Díaz Gómez, es inocente, entonces el gobierno por qué no actúa, es política, señaló.
Al cumplirse este jueves, 11 días en plantón en demanda de la liberación de Agustín Díaz Gómez, su familia, indígenas tzotziles, entre hermanos, hijas, tíos y la madre, claman justicia y libertad porque aseveran que es un preso político porque apoyaba la lucha social.