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TUXTLA GUTIÉRRE, Chis., a 19 de noviembre de 2014.- Al menos, un centenar de indígenas tojolobales, entre mujeres y niños expulsados por problemas religiosos, que se mantienen en plantón desde hace 20 días en la entrada del palacio de gobierno, oraron para ablandar el corazón del Secretario de Gobierno, Eduardo Ramírez Aguilar, para que los atienda y de solución a sus demandas.
Eduardo López Hernández, pastor evangélico, recordó que el pasado 24 de junio del 2012, líderes católicos del ejido Buena Vista Bahuitz, del municipio de Las Margaritas, expulsaron a unas 50 personas por profesar la religión evangélica.
La misma situación enfrenta otro número similar de personas del ejido Unión Juárez, de la Trinitaria, a quienes los católicos les cortaron el agua y la luz por profesar una religión diferente, además de quedarse con sus casas y terrenos.
Ante la nula respuesta de las autoridades para garantizar el retorno a sus comunidades y el pago de los daños y castigo para los agresores, decidieron iniciar un plantón en la entrada del palacio de gobierno del estado desde el pasado 21 de octubre, donde han sido atendidos por el subsecretario de asuntos religiosos, sin embargo, las negociaciones siguen estancadas por falta de voluntad para resolver la problemática, dijo el líder evangélico.
López Hernández, explicó que a casi dos años de haber sido expulsados de sus comunidades, viven en un albergue que les proporcionó la comunidad evangélica en Comitán, pero ya desean regresar a su comunidad.
Ante esto, el grupo de inconformes oraron para que el Secretario de Gobierno los atienda para que escuche y de solución a sus demandas.