Testimonio Día de las Madres: El cáncer de mama
c. La muerte está cerca de su corazón. La guarda en pecho. Tiene cáncer de mama. Tres hijos son para ella una razón de transformar a la enfermedad en sinónimo de lucha.
-…Yo, la verdad, al ver ese tumor tan grande, ese movimiento de que si me iba o me quedaba; prefiero quedarme con vida y verme con mis hijos- Todos miraban atentos. Sus pequeños ojos negros destilan una fuerza de convicción que enmudece a las mujeres presentes en el Octavo Aniversario de la Clínica de la Mujer Oriente, en Tuxtla Gutiérrez.
Con 23 quimioterapias y 51 radiaciones, aún no está dada de alta por completo. Sara Patricia Carmona es una de las historias como de las del 14 por ciento de las mil trece mastografías que se realizaron sólo en 2013 con resultados de “maligno”.
-El cáncer llegó a mi vida con un tumor muy grande, de 18 centímetros. Los médicos me señalaban una atención inmediata…- la fuerza de su voz aumenta en la última palabra. -…Porque si no, me iba. Así me lo dijo la doctora: “vives o mueres”. Es así-. El testimonio de la estilista, sobresale bajo ese cabello castaño tinte y degrafilado.
Y el respeto a la muerte que nació en ella no fue para menos. “Durante 2012, el cáncer de mama es la segunda causa de muerte entre las mujeres con cáncer de 20 años y más (15.38 de cada 100 mil mujeres de esa edad)”. Datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el 31 de Enero del 2014 a razón del Día Mundial contra el Cáncer.
-…Yo quise ser el ejemplo de mis hijos, como siempre lo he sido. Como les he enseñado, como madre soltera. Y quería que ellos vieran la oportunidad de tener una madre y cómo se deben de enfrentar a la vida-
Ya son tres años de lucha. El mismo año que le detectaron el tumor de 18 centímetros a Sara, el INEGI realizó un estudio que reportó que 30 de cada 100 mujeres que salen de un hospital con un cáncer maligno son diagnosticadas con una neoplasia mamaria.
Sara hace todo por sus hijos. Sobre todo, no dejarse vencer por la enfermedad. Ha viajado a Tapachula para recibir atención y, asegura, en el estado, con el Seguro Popular ha encontrado la mejor opción sin necesidad de salir de Chiapas.
-Yo quería que vieran a una mamá luchona-. Piensa en ellos y las ganas de vivir se reflejan en sus ojos. Hasta ahora ha disfrutado de 24 años con su primogénito. 22 del segundo y 18 años del más pequeño.
Sara, la mujer, el día que el médico le comunicó que debería serle retirado un seno se vio al espejo y supo que se enfrentaba a algo desconocido. Es una parte del cuerpo muy arraigada a su feminidad. Pero las ganas de vivir son más fuertes.
-Yo la verdad pensé que no iba a tener la oportunidad de lograrlo. De continuar con vida. Sin embargo, yo lo llevé a cabo con quimioterapias, con radiaciones. Extracción del busto, obviamente. Es de esa manera. Así te lo manifiesta el médico y si esa es la salvación que tienes, para continuar en vida, Creo que la mejor posibilidad, al menos en mi caso, fue tomarla. Es desgastante, es verte al espejo y enfrentarte a algo desconocido.-
Tres años después, este 09 de Mayo, celebra contar su testimonio. Como está a punto de celebrar con sus hijos este “Días de las Madres”.
-..Siempre he tenido en mente que las mujeres somos muy fuertes, más fuertes de lo que se puedan imaginar. Para enfrentar un caso como el cáncer y como cualquier enfermedad.- Sonríe, se le dibuja un orgullo por su género casi instintivo.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que en dos décadas habrá 22 millones de decesos por cáncer al año, a nivel mundial. En México, actualmente se registran 120 mil muertes a causa de cáncer al año, es decir 333 decesos por día y 14 por hora, según especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los trabajadores del Estado (ISSSTE)” publican medios nacionales estadísticas este 2014.
Pero las estadísticas no le importan a Sara. Cree en Dios. Su creencia le permite tener esperanza. Cuando llega el momento de elevar una plegaria de fe dice: “Gracias por esta experiencia”. Ella lucha. Cáncer y Lucha son sinónimos para ella. A la muerte no le teme, le respeta.
-Yo te invito que no le temas. Lamentablemente cometemos el error de temerle a la respuesta del sí… Mis hijos vieron todo esto. Tenía que luchar, tenía que salir adelante para que ellos me vieran…- La mujer que les dio la vida, busca en ellos el ánimo de luchar por la suya.
Durante el 2011, la principal causa de egreso hospitalario por tumores malignos se deben al de cáncer de mama (29.6%); le siguen las neoplasias en órganos genitales (16.7%) –del cuello del útero y útero principalmente–; y de los órganos digestivos (14.3 por ciento).
Los mismos datos del INEGI señalan que en la población de más de 20 años, grupo en el que entra Sara, el cáncer de mama es la primera causa de morbilidad hospitalaria, 57 de cada 100 casos se ubican en las mujeres de 40 a 59 años; situación similar se observa para el cáncer en órganos genitales, 48.8% ocurren en las féminas de 40 a 59 años; respecto al cáncer en órganos digestivos, son las mujeres de 50 a 59 años y de 65 a 74 años quienes lo presentan con mayor frecuencia (23.5 y 22.1%, respectivamente).
Para Sara la enfermedad viene con los altos costos que implican tratarla. Aunque los médicos dijeron que debería dejar el trabajo que le ha servido durante 32 años para mantener a su familia, el estilismo, no puede. Es su única fuente de ingresos.
Al ser una de las tres millones y medio de personas que están afiliadas al seguro popular, datos otorgados por el coordinador del programa en Chiapas, Francisco Ortega Farrera, quien agregó que el cáncer de mama forma parte de los 60 procedimientos incluidos dentro del fondo de protección de gastos catastróficos tiene acceso a tratamientos para contraatacar la neoplasia.
A pesar de este apoyo que significó para la madre soltera poder someterse a los tratamientos, no puede dejar su oficio. Cada día, lo más que hace para evitar los químicos de los tintes es ponerse unos guantes y unos cubrebocas. La universidad de sus hijos, no le permite pensar aún en el retiro.
-…Yo tenía que salir adelante para que ellos vieran, son estudiantes. Y tenía que continuar trabajando, los médicos me señalaron que me quitara del medio donde trabajo; pero es mi único medio, es lo más solvente que tengo para poder salir adelante para con ellos…-
Sara se mantiene en píe de lucha. Antes de terminar su discurso, antes de volver a ser esa mujer tímida en medio de personalidades políticas municipales y estatales deja escapar una palabra de esperanza para aquellas desconocidas que se dieron cita y que viven en su misma situación.
-…Es para mí, es un honor seguir continuando en este medio y más siendo el medio para que ustedes escuchen que el cáncer es curable…- Sus ojos no se despegan de la multitud, no ve a nadie directamente y sin embargo ve a todos los presentes. La cabeza la mueve de manera afirmativa, como diciendo, “yo soy la mejor prueba que tengo”.
Poco antes de terminar, remarca su consejo. “Tócate”. En referencia a la autoexploración que las mujeres deben realizarse para detectar alguna irregularidad en el área de su pecho. – No le tengas miedo, sal adelante, el cáncer tiene cura y verás que vas a estar con vida..-
–..Mi nombre es Sara Patricia Carmona Estrada y estoy aquí, luchando contra el cáncer, todavía…- Al final sonríe a la vida. Su sonrisa echa por tierra las estadísticas. La muerte poco a poco se está alejando de su pecho. Sus hijos la miran y se sienten orgullosos de su madre. Por ellos, ella sigue en píe de lucha.
No hay lágrimas, elemento común en relatos sobre superación ante una situación de vida o muerte. No tuvo necesidad, no habló con dramatismos, habló como quien sabe que dice la verdad. Lucha para que este Día de las Madres, tenga la oportunidad de disfrutar a sus tres hijos. La muerte puede esperar un rato más.