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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de septiembre de 2019. —El principal problema que enfrentan las democracias en el mundo es el desencanto de la ciudadanía, que ha visto un modo típico de hacer política con partidos políticos convencionales, incapaces de resolver los problemas fundamentales que aquejan a las sociedades modernas, afirmó en la UNAM Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).
Este desencanto es utilizado y explotado por los nuevos demagogos del mundo para minar las bases de la democracia, dijo en la conferencia Los retos de la democracia, ofrecida en el marco del Seminario Universitario de Gobernabilidad y Fiscalización (SUG), que coordina Alfredo Adam Adam en el posgrado de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA).
De acuerdo a un comunicado de la Máxima Casa de Estudios, a esto se suman los grandes problemas en el territorio nacional: la pobreza, la desigualdad –que hace de México, según cifras de la OCDE, el país más desigual de América Latina, una región que a su vez es la más desigual del mundo–, la corrupción, impunidad –con 99 por ciento de los delitos que se comenten sin terminar ante tribunales— y la inseguridad, subrayó.
Para salvar a la democracia, el también investigador con licencia del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) acentuó que es necesario acabar con estos flagelos. “Si no los resolvemos, vamos a tener una sociedad cada vez más desencantada”.
En el auditorio Arturo Elizundia Charles, Córdova Vianello remarcó que son problemas que “se retroalimentan y constituyen una especie de caldo de cultivo peligroso, donde pueden germinar funciones autoritarias”.
Advirtió que la expectativa que se está generando en México es tal, que si no se cumple, la desilusión puede llevar a experimentos dramáticos como el que hoy está viviendo Brasil con personajes como Jair Bolsonaro. Finalmente, Córdova expuso que en el país necesitamos “construir democracia construyendo ciudadanos”.
La ciudadanía tiene que estar cada vez más empoderada y el problema es que la situación actual puede llevarnos a contextos en los que se aleje de la política. “Los ciudadanos deben ser los verdaderos guardianes de la democracia”.