TELEFONO ROJO/José Ureña

TELEFONO ROJO

· ¿Por fin una campaña del PAN para panistas?

· Supondría cancelación de convenios a firmas

· Y autoridad para frenar intromisión familiar

El cambio de fondo, si lo hay, estará en la estrategia y no en los nombres.

Los hombres, porque las mujeres no aparecen en una campaña femenina, son los mismos:

La incorporación de Juan Ignacio Zavala, quien en 2006 fue capaz de dinamizar la campaña publicitaria de su cuñado Felipe Calderón.

La llegada de Ernesto Cordero, llamado a poner orden interno donde no lo ha tenido Josefina Vázquez Mota y aunque el ex secretario de Hacienda tampoco haya sido capaz de proyectarse a sí mismo.

La recuperación de Diódoro Carrasco, en cuyo aporte está puesta la esperanza de hacer un planteamiento de largo aliento para atender la seguridad y la lucha contra el crimen organizado.

En este sentido se aprovechará su experiencia en la Secretaría de Gobernación (Segob) a finales del gobierno de Ernesto Zedillo, cuando se cimentaron esquemas de seguridad abandonados luego por Vicente Fox y casi ignorados por Felipe Calderón.

La suma de Rafael Giménez Valdés, llegado directamente de Los Pinos, donde era coordinador de Opinión Pública, para instrumentar planes de reorientación proselitista.

El nombramiento de Guillermo Anaya, cuya belicosidad quedó demostrada en su campaña en Coahuila contra los hermanos Humberto y Rubén Moreira.

También es emisario de Los Pinos, pues él presume y muy conocida es su condición de primer compadre de la república desde principios del sexenio.

La anexión de Juan Molinar, quien fue llamado de urgencia en vacaciones.

Ellos y otros, pero…

ESTRUCTURA DE LOS PINOS A LA CAMPAÑA

Aunque se busquen, no hay novedades en la alineación de Josefina Vázquez Mota.

Incorporar a Rafael Gerardo Giménez como subcoordinador de la campaña puede verse como debilitamiento del todopoderoso Roberto Gil Zuarth.

También puede dársele otra lectura: de esa manera Felipe Calderón tendrá dos hombres de suma confianza al frente de la estrategia: Gil Zuarth y Giménez eran parte fundamental de su estructura en la Presidencia de la República.

Esa es apenas la enunciación del plan.

Ellos asumirán el control absoluto.

A las nuevas designaciones seguirán cambios sustantivos, modificaciones de estrategia.

En aras de ese control el equipo cerrado tomará las decisiones internamente, lo cual supone dejar de lado asesores y firmas externas cuyos cobros son puntuales y su resultados inexistentes.

El equipo habla de dejar de lado a grupos como Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), corporativo cuya promoción en internet no debiera dejar dudas de sus alcances:

“Es el corporativo empresarial mexicano más grande de entretenimiento del país con presencia en América Latina, Estados Unidos y Europa”.

Administra a otras casas –Ocesa, Grupo Lobo, Wanadoo City, Altavista Films…- y su experiencia llega hasta hipódromos.

Sí, una administradora de hipódromos metida en la campaña del Partido Acción Nacional (PAN).

Hoy la reorientación habla de entregar a los panistas la campaña del PAN.

¿Será?

RAYOS Y CENTELLAS CONTRA LA FAMILIA

En voz baja, a espaldas de Josefina Vázquez Mota, el equipo habla mal de otros cambios necesarios.

Más importantes, acaso.

Aquí se ha dado información: los estrategas ya no soportan las intromisiones del María José Ocampo Vázquez, quien ha llegado al extremo de asumir negociaciones con medios de comunicación sin autorización de la coordinación de campaña.

De esa manera ha afectado el trabajo de Roberto Gil Zuarth y su contrato con la firma Arvizu, especializada en comunicación corporativa y en programas integrales de relaciones públicas.

No es la única.

También está el caso de Sergio Ocampo Valencia, esposo de la candidata, quien como su hija María José opina, critica, censura, ordena y afecta una campaña de por sí con muchos tumbos.

En general los colaboradores vázquezmotistas se quejan de la participación de la familia.

Y si CIE y Arvizu están por ver reducidos o eliminados los contratos, quizá sea también la oportunidad de revisar cómo Sergio, María José, Monserrat y Celia Ocampo aportan más para la causa de su madre.