TELEFONO ROJO/José Ureña

TELEFONO ROJO

· Acercamientos de Elba y Panal con el PAN

· La Maestra esperará para elegir candidato

· Josefina: de peligro a adversario de México

La contienda panista tuvo una espectadora discreta e interesada.

Mientras Ernesto Cordero y Santiago Creel embestían contra Josefina Vázquez Mota, con riesgo de dañar la unidad, Elba Esther Gordillo reía expectante.

De repente su partido, Nueva Alianza (Panal), se vio libre de compromiso electoral con el Revolucionario Institucional (PRI) y ella se quedó sin el brazo de apoyo para los próximos comicios.

Nadie creyó a Luis Castro, su presidente formal, según el cual esa organización cosechará sola más votos, diputaciones, senadurías y otros cargos de elección a los convenidos con los priístas.

Como discurso está bien.

La realidad, sin embargo, es distinta.

Atrás de sí tiene al magisterio y a organizaciones burocráticas, aglutinados ambos en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educción (SNTE) y la Federación Democrática de Sindicatos de Sindicatos de Servidores Públicos (Fedessp).

Aun así, el Panal apenas retendría el registro y vería reducidas sus representaciones en el Poder Legislativo federal, en congresos estatales y en ayuntamientos.

A eso no se resigna la señora Gordillo.

CON CORDERO HABIA ALIANZA SELLADA

Ella quiere más poder pero sobre todo continuar su sociedad con el gobierno federal.

Vencidos los plazos de las alianzas formales, rechazada por el PRI y vituperada por el candidato perredista Andrés López, solamente le queda la sociedad de facto con el PAN.

Por eso no ha nombrado candidatos.

Estudia nombres, pero quizá al final terminen abandonados como Roberto Campa en 2006, cuando públicamente el Panal llamó a la ciudadanía a votar por Felipe Calderón con aquella campaña de “danos dos de tres”.

No va mal Elba Esther Gordillo.

Falló la estrategia calderonista de imponer a Ernesto Cordero, con La Maestra ya estaba lista para ir gustosa.

Con Santiago Creel también podía haberse dado el entendimiento: por algo le mandó intermediarios para disculparse de algunas expresiones agresivas hechas durante la campaña azul.

Pero resultó Josefina Vázquez Mota, con quien la señora Gordillo tuvo evidentes diferencias pese al fracasado Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), y su reencuentro depende de un tercer actor, Felipe Calderón.

Interés de las partes hay y no se sorprenda si en las próximas semanas se sella este compromiso.

SOLA Y LAS HUELLAS NEGRAS DEL 2006

Entre la cobertura internacional del proceso panista incluyó el reto para Josefina Vázquez Mota.

El corresponsal del Financial Times, Adam Thomson, llama la atención sobre tres de ellos: los 50 mil muertos del régimen en la lucha contra el crimen, “el mediocre crecimiento económico” de los sexenios azules y el fracaso en las derrotas estructurales.

Tiro preciso, pues Vázquez Mota fue coordinadora parlamentaria panista y Ernesto Cordero la acusó reiteradamente de no apoyar la política del presidente Felipe Calderón.

Thomson narra las referencias de ella a Enrique Peña Nieto y el PRI como adversarios de México, lo cual marca un paso adelante a la campaña de 2006.

Entonces Andrés López era un peligro para México, frase acreditada al publicista español Antonio Solá, y hoy en el equipo de Vázquez Mota.

Es decir, pasamos a un peligro para México al enemigo de México.

En contraste, Thomson destaca la frase en Twitter de Peña Nieto:

-Felicidades y bien venidos al proceso democrático.

Qué diferencia.

LAS TELECOMUNICACIONES BAJO LUPA

En el extranjero han visto con preocupación la negativa de la Comisión Federal de Competencia a la alianza Televisa-Iusacell.

Pronto vendrán nuevos estudios y juicios de organismos para destacar esta apuesta del organismo de Eduardo Pérez Motta por la concentración en las telecomunicaciones.

El gobierno y la SCT de Dionisio Pérez Jácome apuestan por la apertura del sector, dice el discurso oficial, pero las acciones van en sentido contrario.

Así no vendrán los grandes operadores del mundo, vaticinan esos veredictos.

Dos Pérez tienen la palabra: Pérez Jácome y Pérez Motta