Exigen auditoría al líder del PAN en Guerrero por deuda millonaria
TELEFONO ROJO/José Ureña
* López está enojado y se aleja más de Ebrard
* Cordero exhibió y debilitó al jefe de Gobierno
* El desorden del PRD beneficia al tabasqueño
La historia perredista de la semana podría resumirse en una frase:
-Ha instalado mesas de diálogo, pero no dialoga.
Por el contrario, se ha profundizado la crisis.
El mayor perdedor a la vista es sin duda el jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Marcelo Ebrard, ayer en campaña por Oaxaca para seducir a los patrones del país.
Los problemas comenzaron para él desde el sábado pasado por la noche.
Con o sin instrucción suya pero a su nombre, el delegado político en Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo, tomó las instalaciones del almacén donde estaban las boletas y las actas.
Ebrard lo niega, pero nadie le cree y menos el creciente bando de enfrente, el de Andrés López.
El tabasqueño y sus dos personeros al interior del partido, René Bejarano y Dolores Padierna, mostraron la fuerza cuando exhibieron las despensas del GDF listas para repartir a cambio de votos para la planilla 22, casualmente la de Lobo.
-Marcelo
está enojado con Lobo -asegura la gente del jefe de Gobierno.
Le convirtieron su luna de miel en semana de hiel, agregan, pero
LA PERVERSA CERCANIA CON CALDERON
Andrés López
no lo le cree a Marcelo Ebrard.
Tras los incidentes, y en cuanto los medios de comunicación leyeron el conflicto perredista como parte del choque López-Ebrard, se interrumpió la comunicación entre ambos.
Un paso más hacia el rompimiento.
Ese conflicto molestó al Peje, sobre todo porque lo aceleran sus empleados, pero el enojo mayor proviene de otro frente, del panista.
Sí, los pejistas escucharon la invitación de Ernesto Cordero, el delfín de Los Pinos para la Presidencia de la República, y confirmaron cuanto habían temido: Ebrard trae negociaciones con Felipe Calderón y eventualmente con Acción Nacional (PAN) para aliarse rumbo al 2012.
Ebrard
sería el candidato alterno, el Plan B del gobierno federal en caso de una derrota inminente del PAN y de su abanderado: Cordero, porque todavía hay la pretensión de imponerlo al interior del panismo.
Con estos datos y ante el escenario actual, sería un milagro si no se consuma la fractura y la izquierda va con un solo candidato -sólo López garantiza integridad ideológica y competitividad- a las elecciones federales del año próximo.
En este caso, la suerte de Ebrard estaría sellada: o se suma o no tendrá espacio en el futuro pejista.
Ni en el Senado, cuyo escaño hoy no le satisface.
EN DEFENSA DE BEJARANO Y PADIERNA
Otro elemento tiene muy molesto a Andrés López:
El intento de Nueva Izquierda (NI) o Los Chuchos de sancionar a René Bejarano y a su esposa Dolores Padierna.
Esa pretensión ha dificultado más las negociaciones para encontrar una salida a la elección de consejeros y de delegados del PRD para el año próximo, a fin de acatar el ordenamiento del Tribunal electoral de Alejandro Luna Ramos.
Sólo restan dos días a las tribus para entenderse y tal vez alguien intente un arreglo al cuarto para las 12, como se dio esa malhadada fórmula Jesús Zambrano-Dolores Padierna cuando Marcelo Ebrard no pudo imponer a Armando Ríos Píter.
Si esto no se da, el PRD estará de nuevo ante el Tribunal y no tendría integrado sus órganos para postular candidatos a presidente de la república, senadores y diputados federales.
El eventual candidato sería impugnable por -¿le suena este término?- espurio.
En ese hipotético final el gran vencedor sería
¡Andrés López!
El Peje
es el seguro candidato del Partido del Trabajo (PT) y de Convergencia y al PRD, sin candidato legítimo -¿también le suena este adjetivo?-, acaso sólo le quedaría el recurso de sumarse al tabasqueño.
Mala apuesta para Ebrard y Los Chuchos.