TELEFONO ROJO/José Ureña

TELEFONO ROJO/JOSE UREÑA

Panistas y priístas se han enredado en una guerra de futuro incierto o tal vez de fracaso.

Pasa por propuestas y ataques.
Tal vez por primera vez en la historia del PRI, un dirigente tomó la iniciativa de comandar a sus correligionarios en un objetivo legislativo.

Humberto Moreira Valdez, con la bandera del equilibrio fiscal y regional, planteó reformar la Ley de Coordinación Fiscal para quitar recursos a la federación y trasladarlos a los gobiernos estatales y municipales.

La meta es pasar de un 20 por ciento actual –el gobierno central se queda con 80 centavos de cada peso recaudado, mientras los locales administran el resto- a una cifra mayor.

Piden 30 por ciento, pero se darían por bien servidos si oscila entre 25 y 28 puntos.

Cinco u ocho más a los actuales.
Aparte de los ingredientes políticos, hay un obstáculo parlamentario: el PRI hace mayoría en la Cámara de Diputados con el PVEM -240 votos más 21- y puede reformar dicha ley, pero se atoraría en la colegisladora.

En el Senado de la República apenas tiene 33 representantes y seis del Verde: 39 de 128 votos posibles.

Ahí la sociedad PAN-PRD arrastraría consigo a PT, Convergencia y tal vez a los tres independientes para actuar contra el PRI para frenar la pretendida reforma.
Para eso sirve la sociedad de Los Chuchos con Felipe Calderón.

LA DEUDA ESTATAL NO IMPOTA A LA GENTE

El PAN, por su parte, ha apuntado a Humberto Moreira.
La voz de ataque partió de la Secretaría de Hacienda el domingo pasado, cuando la dependencia de Ernesto Cordero difundió un amplio documento cuya síntesis tiene dos vertientes:
1.- El gobierno federal entrega en tiempo y forma los recursos a las entidades federativas.

Y 2.- El endeudamiento de los estados ha crecido sin precedentes y pone en riesgo su propia viabilidad y la del país en general porque impactará a la finanzas nacionales como en los tiempos de las quiebras priístas.

Con esos datos de base, Juan Molinar Horcasitas, a nombre del partido, enfoca sus ataques al presunto endeudamiento dejado por Moreira en Coahuila.
-Pasó de 300 y tantos millones a 33 mil.

Esta campaña continuará, no lo dude.
Pero hay un dato: las encuestas no proyectan alta rentabilidad política para el gobierno y el PAN porque poco le importa a la gente el débito de una entidad tan pequeña como Coahuila.

En tales condiciones, las acusaciones del PAN-gobierno irán al vacío, al olvido o al cansancio.

MOREIRA Y PRI EVADEN LA CONFRONTACION

El resto es decisión de Humberto Moreira, del PRI y de los priístas.
El dirigente no tiene interés alguno en entrar a ese debate pues, considera, para eso hay cauces institucionales: un Poder Ejecutivo administrador y un Legislativo supervisor.

El tema, qué duda cabe, aparecerá este viernes y sábado en la Riviera Maya, donde el Grupo Parlamentario del PRI celebra su reunión plenaria con miras al próximo período ordinario y Moreira será participante estelar.
No abundará.

Como el PAN-gobierno buscará mantenerlo en la agenda política, el PRI hablará de los déficits de las administraciones panistas.

El coordinador Francisco Rojas lo resumió en una frase: aunque hay más recursos para el combate a la pobreza, ésta ha crecido a niveles de inmoralidad política y social.

Tanto Rojas como Manlio Fabio Beltrones reclamaron cifras sin maquillajes.
Como el PAN no sabe gobernar, sostienen los priístas, recurre a este tipo de guerra sucia aun a costa de gobernadores panistas con severos problemas de endeudamiento.

Mientras la administración pública mal camina y se asienta la corrupción –“las obras y los festejos del bicentenario son apenas una pequeña prueba”, dice César Augusto Santiago- el secretario de Hacienda Ernesto Cordero dedica 90 por ciento de su tiempo y de sus energías para buscar la cada vez más lejana candidatura presidencial panista.

El debate seguirá, pero sin mayores efectos.