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TELEFONO ROJO/José Ureña
Cordero dejará de Hacienda para investirlo candidato
La tarea inmediata será retirar a González y Lujambio
El paquete fiscal estará a cargo de Meade y Gil Zuarth
Los plazos, pero más las condiciones, apremian y las decisiones están en puerta.
Como aquí se ha adelantado, por decisión superior el gobierno ha decidido hacer candidato de Acción Nacional (PAN) a Ernesto Cordero y prepara los pasos definitivos.
Todo el poder sobre él.
Y él deberá irse de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Todavía el domingo, ante una concentración organizada por Rafael Moreno Valle, dijo sí aspiro a la Presidencia y prometió seguir al frente de la dependencia.
Contra su dicho, Cordero ya cuenta los días y como pinta el deseo presidencial difícilmente encabezará la presentación del paquete presupuestal para 2012.
Mucho menos lo negociará.
Se irá en agosto y, salvo el postrer arrepentimiento desde Los Pinos, ambas cosas estarán a cargo de José Antonio Meade, quien como subsecretario de Hacienda arregló ingresos y egresos de 2010 y 2011.
Conoce la Legislatura actual y como aliado tendrá en las negociaciones con panistas y perredistas a Roberto Gil Zuarth, actual secretario particular del presidente Felipe Calderón.
LUJAMBIO SE QUEDA EN LA SEP O
Si para Ernesto Cordero hay buenas noticias, para Alonso Lujambio las hay muy malas.
No hay preferido en Los Pinos, argumenta el secretario de Educación Pública, y con ese pretexto promete ir hasta el final en la contienda panista, donde no lo ven de finalista por ninguna razón.
Muy bajo en todas las encuestas y en el ánimo superior, Lujambio deberá decidir cómo y cuándo declina, porque en Presidencia se mantiene el objetivo de llegar a la elección interna a lo sumo con tres candidatos: el oficial Ernesto Cordero, el puntero Santiago Creel y, si acaso, Josefina Vázquez Mota.
Ninguno de ellos tendrá apoyo alguno del calderonismo.
Como tampoco lo tiene el gobernador jalisciense Emilio González, cuya obsesión por Enrique Peña Nieto no le alcanza para mantener su marcha.
Ya tiene la alternativa: total apoyo a sus planes de inversión a condición de adherirse a Cordero.
El que panga manda y el erario no admite discusión: el presidente Felipe Calderón lo maneja y el secretario de Hacienda lo ejecuta.
Es decir, ellos mandan y por ello deberá entregar su declinación en cuanto le satisfagan sus últimas peticiones.
Es cuestión de dinero y punto.
Y LOZANO NO TIENE ALTERNATIVA
El relanzamiento de la precandidatura de Ernesto Cordero será el inicio de relevos en varias dependencias.
Si José Antonio Meade deja la Secretaría de Energía, abrirá un hueco con dos alternativas: o Jordi Herrera, un amigo presidencial, o Antonio Vivanco, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
A esos cambios se agregaría Javier Lozano, quien de antemano entregó su amor a Cordero y ello lo obligará a dejar la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Podría no ser el único caso.
Se pretende armar un gran equipo de apoyo en torno a Cordero a fin de no dejar dudas ni dentro ni fuera del PAN: es el favorito de Felipe Calderón y se le llevará hasta las boletas electorales en julio de 2012.
Si Emilio González, Alonso Lujambio y Josefina Vázquez Mota no lo entienden, sufrirán el peso del gobierno.
Diferente situación vive Santiago Creel.
Aunque la meta es atropellarlo, su presencia es necesaria para vestir de democracia la contienda interna y demostrar la libre participación como en 2005 lo hizo Felipe Calderón.
Si por algún acaso Creel ganara, se le presentará como fruto de esa democracia.
Y si perdiera, como se prevé, legitimará el proceso cuando acepte la derrota y levante la mano de Cordero.