TELEFONO ROJO de José Ureña 29/11/2010

José Ureña　

Del rumor sobre la liberación de Diego Fernández de Cevallos surgieron datos interesantes.

La espera del político por familiares y funcionarios de alto nivel comenzó desde agosto, cuando el hijo mayor del secuestrado, también Diego Fernández de Cevallos, informó avances esperanzadores en la negociación.

-Sabemos que está bien, que ya casi hay acuerdos y que de un momento a otro lo tendremos entre nosotros -me dijo en septiembre el subsecretario de Gobierno, Roberto Gil Zuarth.

Con esos datos, hacia fines de septiembre surgió la primera especulación de su libertad mediante un pago superior a los 50 millones de dólares.

A fines de septiembre circuló en el entorno de Felipe Calderón otro dato: Diego ya estaría en revisión médica y en recuperación en una clínica especializada, eventualmente en el extranjero.

Después de aquello, silencio.

La semana pasada, el jueves, llegaron a Teléfono Rojo varios datos sobre la situación del ex candidato presidencial.

Unos eran fatalistas, otros esperanzadores.

El viernes circularon en redes sociales y dos periódicos reflejaron datos simultáneos, lo cual fue negado por la familia.

De acuerdo a esas publicaciones, discordantes sobre su ubicación, Fernández de Cevallos habría recuperado su libertad mediante un pago superior a 20 millones de dólares.

Mentiras ignoradas en este espacio.

LOS ESCANDALOS DE LOS HIJOS

Efectivamente, la familia de Diego Fernández de Cevallos está confiada.

Sin embargo, ha habido imponderables.

Hasta el momento ni siquiera se ha pagado el rescate, pese a aquella carta del Jefe dirigida a su hijo el 27 de julio -dos meses y 12 días después del plagio- con expresiones de desesperación:

“Si no puedes llegar a lo que piden sí puedes hacer un planteamiento que demuestre voluntad de negociar, no evasivas…”.

¿Por qué no se ha pagado el rescate?

No por falta de dinero.

Los secuestradores no han dado pruebas de vida de Fernández de Cevallos, lo cual hace desconfiar a la familia.

De parte de los plagiarios también hay suspicacias.

Lo mostraron cuando el 28 de octubre David Fernández de Cevallos, hijo del Jefe Diego, fue acusado de allanar, junto con sus hermanos Rodrigo y Miguel, la casa de sus suegros, golpear a su esposa Jimena Marín y llevarse a sus hijos Diego Manuel y David.

Eso aumentaría la vigilancia y las presiones sobre ellos, temieron.

En ese camino sinuoso se dan las negociaciones de un cautiverio lleno de incertidumbres a seis meses y medio de iniciado.

CRECIMIENTO A PESAR DE TODO

El sueño de Felipe Calderón es trascender como por su obra constructora.

Le queda poco tiempo para acreditarlo, pero si maravilla al mundo en los dos años restantes, tal vez alcance a ser el presidente constructor del México moderno.

Ayer se le adelantaron: en Ciudad Victoria Eugenio Hernández Flores fue bautizado por el líder del Congreso estatal, Ricardo Gamundi, como “el gobernador de la infraestructura y constructor del Tamaulipas Moderno”.

Elogio meritorio ante el secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, durante la lectura del sexto informe de gobierno.

”Crecimos, nos recuperamos y perfilamos al estado hacia un nuevo escenario de prosperidad…”.

Las obras se ven, se hicieron carreteras y es el único estado de la república donde no hay una sola autopista de cuota.

No hay peaje.

Qué paradoja: a pesar de la violencia, hubo obra pública, al presupuesto ordinario se sumó el último año un crédito de seis mil millones de pesos para infraestructura y las finanzas no están presionadas.

Así recibirá el estado Eligio Torre Cantú, quien barrió a la oposición tras la ejecución de su hermano Rodolfo.