Exigen auditoría al líder del PAN en Guerrero por deuda millonaria
* La sucesión en el PRD pasa por Peña Nieto
* La cúpula priísta fortalece a Osorio Chong
* Cadena, Pichardo y Lira
¿a la traición?
Todos los sucesos políticos pasan por Toluca.
Si se ve en su sorprendente magnitud la concurrencia priísta de ayer a Pachuca, la gruesa asistencia al informe de despedida de Miguel Angel Osorio Chong es por el futuro toluqueño del gobernador hidalguense.
Es y será operador fundamentalísimo de Enrique Peña Nieto a corto y mediano plazo.
En lo inmediato para conducir el proceso electoral de julio próximo, cuando se elegirá el próximo mandatario del estado de México.
Y a un futuro mayor para la candidatura presidencial.
Esto lo saben los priístas de mayor nivel, quienes han visto siempre a Osorio Chong al lado de decisiones fundamentales de Peña Nieto.
Apoyo correspondido, pues el priísmo de Peña Nieto estuvo presente en la más difícil de las contiendas de julio de 2010, la hidalguense, cuando la foxi-panista Xóchitl Gálvez sucumbió ante Francisco Olvera pese al respaldo desmedido del gobierno federal y su alud de partidos filocalderonistas.
Entre ellos, claro, el PRD de Manuel Camacho, Marcelo Ebrard y Jesús Ortega, a cuyo impulso se han rendido los principios de la izquierda a las puertas de Los Pinos de Felipe Calderón.
POLARIZACION ZAMBRANO-PADIERNA
Si de perredistas hablamos, la renovación de su presidente también pasa por Toluca.
Hasta ahora hay dos cartas polarizantes: Jesús Zambrano por los aliancistas y Dolores Padierna por las corrientes afines a Andrés López y su operador de todas las ligas, René Bejarano.
Zambrano tiene el apoyo Marcelo Ebrard, Manuel Camacho, Jesús Ortega y Los Chuchos.
Estos dominan el consejo perredista, pero no tienen asegurados los dos tercios de la votación necesarios para aupar a Zambrano.
En buenas cuentas llegarían a unos 190 consejeros y para ampliar ese piso aceitan la maquinaria económico-política del PRD.
En desventaja está Dolores Padierna, quien tiene más siglas de respaldo pero menos consejeros: unos 110.
Y como ninguno da y no aceptan ir quienes logran consensuar -los Cárdenas, Lázaro y Cuauhtémoc-, Ebrard busca un interinato muy breve.
Sus candidatos: Armando Ríos Piter y Alfonso Sánchez Anaya.
El primero sumó simpatías cuando se hizo a un lado ante el oportunismo de Angel Heladio Aguirre Rivero, lo cual permitió ganar Guerrero al PRD-PAN con un priísta de cepa.
El segundo tiene más a favor pero inmensos negativos: al ex gobernador de Tlaxcala se le acusa de haber traicionado al PRD y apoyar en la elección de 2010 al priísta Mariano González Zarur, su amigo y ex compañero de gabinete con Beatriz Paredes.
Si prosperara Ebrard, el interino estaría hasta julio o agosto.
¿Por qué?
Para entonces ya estaría el resultado mexiquense y si el matrimonio Ebrard-Calderón-Ortega saca la victoria, los aliancistas parecerán invencibles.
Pero si perdieran, capitalizaría Andrés López y eso precipitaría la división perredista.
CANDIDATOS A TRANSFUGAS DEL PRI
Por Toluca pasa también otro esfuerzo de Marcelo Ebrard, Jesús Ortega y demás aliancistas.
Ya hablaron con Manuel Cadena, secretario de Gobierno con Arturo Montiel y arraigo en el oriente del valle de México, y lo sienten interesado en convertirse en desertor del PRI.
La misma esperanza tienen con el ex gobernador Ignacio Pichardo Pagaza, por cierto presidente del PRI durante la campaña de Ernesto Zedllo.
Y con Humberto Lira Mora, ex secretario de Gobierno y aspirante a al palacio estatal de Toluca.
Los tres están tentados, pero tienen una duda:
Si no van PAN y PRD en alianza, ¿para qué se arriesgan a ser señalados como traidores desde ahora por quien puede ser presidente de la república en 2012?
¿Verdad que los grandes acontecimientos de estos días pasan por las oficinas de Enrique Peña Nieto?