SERA EL SERENO/Julio Pérez

Será el sereno/Julio Pérez

Día de Muertos
En 1994 se dijo que las culturas indígenas dejaron de ser invisibles y así fue. Hasta antes del levantamiento armado, se les negaba, se le margina, sin embargo, las culturas mestizas las negaban, las marginaban. Hoy días vemos que los pueblos originales son los que siguen impulsando muchas celebraciones antiquísimas como el Día de Muertos. Basta caminar por las calles de Comitán, Las Margaritas, Ocosingo, Altamirarno y San Cristóbal, para ver que los grupos indígenas se siguen preparando con mucha fe y decisión para conmemorar a sus fieles difuntos.

Desde el pasado viernes, los mercados estaban atiborrados. El color amarillo y morado imperaba en los puestos. Hombres y mujeres tojolabales se movían por los barrios de El Cedro y La Pila, para comprar velas, flores, pan, carne de res y otros productos que son básicos para recordar a los fieles difuntos.

Así, las culturas indígenas, lo queramos o no, son la punta de lanza en la celebración de Día de Muertos.

En casi todas las culturas prehispánicas: maya, mexica, tolteca, totonaca y otras, el Día de Muertos, era una etapa para venerar y recordar a los fieles difuntos para que convivan con los vivos. Se dice que a raíz de la llegada se quiso poner fin a esta tradición, pero fue todo lo contrario, pues la festividad se mezcló tanto con la religión católica, que posteriormente se volvió una tradición al grado que hasta en nuestros días en toda América Latina, los pueblos originales lo celebran con mucha fe.

La muerte
A través de la historia, la muerte se ha considerado un símbolo de respeto y temor; es por eso que muchas culturas han venerado y siguen respetando a la huesuda, pero hay también personas que en lugar de respetar a la muerte, lo han hecho con irónica, tal como lo hizo Guadalupe Posadas, con sus dibujos de la Catrina, a la que representó de todas formas, bailando o llorando.

Lo preocupante
Lo preocupante es que en nuestros días la tradición del Día de Muertos, que viene desde lo prehispánico está siendo absorbida, por la tradición gringa como es el halloween. Anteriormente se hacían altares en los hogares y colocaba en famoso Kinsanto, frutas de la temporada, licor, flores, dulces de la región, licor, calabaza, camote en dulce, caña y las fotos de los fieles difuntos en el altar donde se encendía velas, para esperar que las almas vinieran a comer lo que se les ofrecía.

Pero ahora, con la transculturación, los niños se visten de horripilantes monstruos y salen a la calle por las noches pidiendo que se les den su famoso halloween. Pareciera que el Día de Muertos es una costumbre que es avasallada por el festejo gringo, pero no, porque hay que salir a las calles y ver a los pueblos originales, como han tomado los pueblos en un peregrinar constante hablando fuerte en su propia lengua, tojolabal y tzeltal, para decir: Aquí estamos y el Día de Muertos, “lo podrán olvidar los cashlanes, pero nosotros no”. Fin

Mientras que muchos prefieren callar, en Será el Sereno se dice la verdad como es. ¡Va! Sale. Nos vemos.

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