Exigen auditoría al líder del PAN en Guerrero por deuda millonaria
-Farsa, la equidad de género-
-¿Fuera FEA?-
Desde hace más de un siglo, casi todas las mujeres de esta pequeña casa llamada tierra han luchado por conquistar un sitio de igualdad con el hombre para merecer respeto, trabajo digno, derecho al voto y ser electas, etcétera pero los gobiernos se han empeñado en mantener y fomentar la división a pesar de que en su fanfarronería demagógica hablan con vehemencia de la equidad de género.
El poder, local comandado por administradores de raras decisiones y más extrañas apariencias de una izquierda filibustera y, el federal encabezado, por una persona de visible adoración dionisiaca, insisten en tratar a las féminas como seres diferentes a quienes por tradición y costumbre usan pantalones; pretenden crearles leyes especiales, las segregan en el transporte público, es decir, las tratan como débiles.
En el fondo, lo que buscan los mandamases es fomentar una división de sexos que les permita un mayor control social al enfrentar a mujeres contra hombres en vez de que ambos se unan y luchen para abatir este sistema capitalista de explotación inhumano, perverso, rapaz y sofocante que ha llevado a la total desesperación a una generación de jóvenes que no encuentran la puerta de la esperanza hacia un mejor futuro.
Al poder, político y económico, le ha salido redondo su juego de sometimiento porque por un lado mantiene como una bandera reivindicatoria la equidad de género que en la práctica socava y, por el otro, ha incrementado la represión física mediante el argumento de su guerra contra el crimen organizado del cual muchos de sus cuadros forman parte importante.
En el Distrito Federal, gobernado por un fascista disfrazado de izquierdista, Marcelo Ebrard Casaubond, las mujeres viajan en el Sistema de Transporte Colectivo, Metro, en vagones exclusivos, a las horas llamada pico, lo mismo que en camiones de la agonizante RTP (red de transporte público) conocidos como Atenea y en el Metrobus también hay un tramo privado para las damas.
A las féminas les han metido la idea de que los hombres son irrespetuoso, abusivos, enfermos sexuales en muchas de las veces, pero jamás les dirán los gobernantes que en la práctica sus contrapartes son más que eso; compañeros de lucha e inigualable apoyo en momentos de dificultad.
El divide y vencerás deja sus frutos porque a los poderosos nunca les importará atacar el fondo del problema que significa el que en verdad existan algunos machos que maltratan y ofenden a sus parejas. La educación sexual desde la primaria es un elemento fundamental para acabar con los varones abusivos, no la división ni mucho menos la persecución policiaca que sólo aviva el rencor social contra los opresores.
Tiempo extra
Mientras cientos de trabajadoras y trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, Metro, están condenados a consumir alimentos de mísera calidad en los comedores de esa empres que, al parecer, son otro de los lucrativos negocios propiedad del dictador sindical Fernando Espino Arévalo (FEA), los gamberros de éste degustan su comida en restaurantes de lujo como El Cardenal, del Hotel Hilton, con cargo a las cuotas sindicales del gremio. El lunes 14 de marzo se vieron en ese exclusivo lugar los títeres principales del teatro guiñol en que ha convertido FEA a su Comité Ejecutivo, Jesús Pereznegrón Pereznegrón y Eberardo Bustos López. Las especulaciones comenzaron a desgranarse y una de ellas es que tal vez se juntaron para complotar en contra de su titiritero, lo que puede resultar exagerado por el pavor que le tienen, pero por ahí dicen que la ambición suele mover las olas, a veces al grado de tsunami. Lo que sí es verdad es que el Sindicato (dizque) Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, controlado en forma totalitaria por FEA desde hace más de 30 años, está completamente plegado a los intereses de la empresa donde trabaja como subgerente de prestaciones sociales su hija Mabel Espino Juárez con un supersueldo inmerecido de 90 mil pesos mensuales, por eso cuando el sátrapa hace algún mitin para protestar por quien sabe que cosas, las autoridades se vuelven ciegas y sordas porque de antemano saben que nada importante hará más que sacar a pasear y a gritar a la calle a unas decenas de sus incondicionales… Manuel Álvarez Arana, dueño del Sindicato Único de Trabajadores de Telecomunicaciones de México sigue con sus vacaciones vitalicias en las playas de Cancún desde donde a control remoto ejerce su título de Secretario general. Por esta razón a nadie extraña que ese gremio sea uno de los más desprotegidos en la burocracia nacional.