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LIMA, Perú., 28 Noviembre 2010.-La autonomía universitaria y los mecanismos para su ejercicio han sido un dique de contención para ambiciones malsanas e intereses particulares, así como un antídoto para la ignorancia y la cerrazón, afirmó aquí el rector de la UNAM, José Narro Robles.
En entrevista con Quadratin Chiapas, el rector de la máxima casa de estudios de México, dijo que la autonomía no es un problema de las universidades públicas sino una de sus principales fortalezas.
Esta condición permite a las universidades mantener independencia necesaria frente al gobierno y otros poderes públicos, pero también frente a otros actores, grupos, partidos políticos, iglesias y organizaciones. Se ejerce respecto de todos ellos.
La autonomía es derecho y también obligación, es norma jurídica que posibilita y estimula la creación, la formación y el servicio. La autonomía es libertad para pensar, decir y hacer en el marco de los fines de la institución. Por ello se requiere de espacios para ejercer la crítica y para proponer, para conducirse con independencia en el decir y el hacer de orden académico, como también reclama respeto, comprensión y apoyo.
Narro Robles que estuvo este fin de semana en Lima en una serie de actividades académicas dijo que debe quedar claro que la autonomía no significa separación de la sociedad o del Estado, como tampoco implica soberanía territorial y menos desapego respecto de los asuntos que interesan a la nación.
La autonomía no es ariete de presión, ni permite a los universitarios quebrantar el marco de la ley, como tampoco autoriza al gobierno a desentenderse de la institución. La autonomía no es coartada de ausencia o de indiferencia, indicó.
La universidad, como una constante a lo largo de más de nueve siglos, puede definirse como un espacio de vida intelectual, de desarrollo del conocimiento, como una instancia o institución de naturaleza académica, apuntó Narro.
En amplia conversación con Notimex, Narro Robles señaló que el cultivo del saber formar parte de la función y razón de ser de la universidad, lo que implica preservar la cultura, enriquecerla y recrearla, transmitirla y difundirla.
El rector defendió la autonomía universitaria, que a veces se ha visto afectada por las restricciones financieras, e indicó que en este campo debe haber una corresponsabilidad con los estados nacionales.
Sin autonomía, las universidades están incompletas. La autonomía significa libertad de pensamiento, de expresión dentro de los limites responsables de la misma: libertad de cátedra, gobernarse a sí mismo, generar sus recursos, precisó.
Aclaró que autonomía no significa opacidad en el manejo de los recursos, ni tampoco no rendición de cuentas, y amerita el respeto de todos los sectores de la sociedad.
La autonomía, inherente al quehacer académico, no significa una introversión y un repliegue de la universidad sobre sí misma que la incomunique del resto de la sociedad y la convierta en una torre de marfil.
Al contrario, según Narro, la actividad académica implica de manera esencial la comunicación del saber y de la cultura. Es en el desempeño de esa misión académica como la universidad interactúa con la sociedad y es en ella donde procesa con sus propios criterios internos las demandas y requerimientos que la sociedad le formula.
La autonomía de la universidad ha alentado la existencia de los más valiosos principios educativos, como son la libertad de cátedra e investigación, la pluralidad de posturas y creencias, éticas, políticas y religiosas y de manera destacada la tolerancia y el respeto a la discrepancia.
Estos principios, según Narro Robles, tiene una estrecha relación entre la autonomía institucional y la de las personas que integran la comunidad. El hecho de que una institución sea autónoma, en alguna forma, al menos deseable, implica que las personas que la constituyen también lo sean o que lleguen a serlo.
En ese sentido la autonomía es también un ideal que se persigue, especialmente en la formación universitaria de los jóvenes, para que adquieran criterios propios de actuación en su vida adulta y profesional y tengan condiciones para que puedan valerse por sí mismos en forma responsable e independiente.
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que la autonomía indica la capacidad de las personas, las instituciones o los Estados de darse a sí mismos su propia ley y gobernarse por ella, de ordenar su propio mundo y de configurar, en suma, su forma acostumbrada de ser. Por esto autonomía significa autodeterminación, independencia y, en definitiva, libertad.
El significado de la autonomía universitaria tiene que ver con la vida misma del país y su desarrollo, con la creación y recreación de la cultura nacional, con la trascendencia social de sus actividades académicas y la identificación de sus egresados como ciudadanos autónomos y, por eso mismo, participativos y responsables.
Sin la autonomía, la universidad estaría cercenada. Es parte de su fuerza vital. Motor de la creatividad y seguro contra el apetito de grupos y sectores políticos, religiosos y de orden económico.
Es el principio que le permite la crítica objetiva y la propuesta desinteresada, en la que le posibilita ser conciencia de la nación.