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«Estos güeyes no tienen intelecto» dice diputada de SLP a periodistas
Dicen que la esperanza es lo último que muere
El otro día leía una nota que me llamó la atención, era sobre el sistema educativo mexicano y las condiciones en las que se encuentra. Según un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la calidad educativa en México está por debajo del promedio de los países miembros de ese organismo, por lo que es necesario eficientar los recursos para impulsar modelos educativos innovadores.
Dicho rezago, se ha incrementado en los jóvenes, no hace falta recordar por ejemplo, que el último censo del INEGI, arrojaba datos sobre el aumento de jóvenes que no estudian ni trabajan (NINIS). Si bien es cierto, que mucho de nuestra realidad en la educación se debe a la falta de presupuesto destinado a este rubro por parte del Gobierno, no es la única causa de este rezago que vivimos, ya que por otro lado, por ejemplo, en Tapachula cada vez más aparecen Instituciones Educativas que no cuentan con planes de estudio competitivos y cada vez es más fácil terminar una carrera en menos de 3 años, hecho que refleja la falta de interés de dichas Universidades por preparar bien a sus estudiantes, además de reflejar lo mal preparados que egresan sus alumnos. ¿Cuántas universidades nuevas han surgido que no tienen una estructura, equipo y personal adecuado que cumplan las expectativas deseadas? ¿Cuáles son las necesidades laborales actuales en la sociedad y las necesidades a futuro? Aunado a esto, dichas instituciones no se preocupan por contratar personal calificado y acorde al perfil necesario, es lamentable que muchas de las veces, las contrataciones y las cargas de materias, se basan en compadrazgos, o simplemente ven en el alumnado sólo el signo de pesos, sin importarles si realmente egresan de sus filas profesionistas altamente capacitados para desempeñar los puestos que las empresas necesitan.
Por otro lado, desde mi trinchera puedo asegurarles que es verdaderamente desalentador ver día a día como muchos estudiantes universitarios traen este rezago, resultado de lo anteriormente expuesto, pero también se debe en gran medida a una falta de interés que éstos tienen por todo, lamentablemente no se aplican, no se preparan, no leen, no se informan sobre el acontecer diario en la ciudad, en el estado y en el mundo y definitivamente debe haber un cambio en la mentalidad si se quiere mejorar, ya que la educación es eje principal para que la sociedad progrese.
Dicen que la esperanza es lo último que muere, y es precisamente ese sentimiento, lo que quisiera rescatar el día de hoy, esperanza en que hay un futuro mejor, en que las generaciones que están a punto de entrar al rol de su vida económicamente activa y las generaciones venideras, tengan mayor ímpetu por lograr las cosas, a que verdaderamente tengas deseos de salir adelante, de demandar educación de calidad, y no conformarse con lo que hay, esperanza en que se empiecen a crear Universidades enfocadas a las necesidades que se tienen en la actualidad, no olvidemos que la educación es sin duda un pasaporte para la vida y un seguro para la eternidad.