Expulsan a los Yunes del PAN
Tonalá, 12 de febrero de 2014, Nuevamente la tala clandestina de manglares para su comercialización está siendo el negocio para algunos depredadores de la flora, que al no tener otros ingresos, según estos, están realizando el corte de madera, para construcción de viviendas y postes para alambrado de parcelas.
Hoy se puede apreciar que manglares están quedando deforestados, y ninguna dependencia ha hecho algo por detener a estos, quienes están acabando con el ecosistema, estas denuncias han sido el tema siempre de algunos conservadores, que tienen temor a represalias.
Desde la zona Cabeza de Toro, Ponte duro, Mojarras, Barrio, Pobre, la Polka, se han detectado como las orillas de los manglares han sido desbastados, por estos depredadores tala montes, quienes están sacando jugosas ganancias, en el corte de maderas que sirven como morillos, donde la madera llamada Mangle Rojo y Mangle Bofo son las más perseguidas, mientras que para los ganaderos la madera más cotizada es la llamada, botoncillo que es perdurable y resistente para cualquier tipo de terreno, ya sea en aéreas de alta salinidad o parte cerril.
Mucho de este acarreo de la madera se realiza con lanchas o canoas, estos las dejan cerca de las orillas, lugar donde es transportados en camionetas por los talamontes.
Pese a que ha habido denuncias, por esta tala clandestina, no se han podido realizar ninguna movilización de parte de las dependencias, sin embargo a esto le atribuyen, a algunos pescadores aunque consideran ilegal, están consiguiendo sustento para sus familias, pues la producción pesquera ha mermado, y es de lo que sobreviven.
Lugareños aseguran que es necesario que las instancias encargadas de la vigilancia de las reservas naturales, autoridades militares, policíacas y los coadyuven esfuerzos para proteger la naturaleza y evitar la depredación, expuso que en años anteriores los manglares lucían grandes y espectaculares y cobijaban especies naturales que ante el saqueo han ido desapareciendo.
Aunque la legislación vigente establece la protección del manglar, continúan la tala clandestina, la contaminación, el cambio de uso de suelo, la ausencia de información sobre la superficie que ocupa esta vegetación en el territorio nacional. Estos problemas, junto con la carencia de medidas para su conservación se han mantenido largo tiempo, advierten autoridades y expertos.
Aunque la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aseguró que hay un inventario de manglares, aún no se conoce en detalle, y la falta de información es evidente en varias entidades del país. La importancia de conservar el manglar reside en que es una vegetación que, si se destruye, no se puede replantar o reforestar, como ocurre con otras especies y ha tardado siglos en crecer, según han señalado expertos del Instituto Nacional de Ecología.
Otros humedales del estero Agua Tendida y Topón del municipio de Pijijipan, están sujetos a presión por los asentamientos humanos, la pesca y las actividades turísticas, tala ilegal y presiones de la industria para obtener solicitudes de permisos y autorizaciones de construcción en zonas de manglar siguen atentando contra este ecosistema