Exigen auditoría al líder del PAN en Guerrero por deuda millonaria
BEJALTIK/F. Darinel
(Muchos Caminos)
El, camino del amor
tiene espinas, tiene flor,
tiene alegrías y dolor.
Antes de empezar a andar, debes en cuenta tomar,
lo que por ese camino has de encontrar.
Joan Sebastian
DIJO ADIÓS
LOS CAMINOS DE HOY
Despedida
Esta es la última vez en que nos encontramos. Con esa convicción digo adiós, esta fue la sencilla y triste línea que el enorme Maestro Miguel Ángel Granados Chapa, el gran maestro del periodismo mexicano, fue la que escribió y dedicó a su retiro del periodismo, oficio del cual me resisto a creer que se retirará del todo, porque su enseñanza quedará para muchos años, enseñanza a la cual me sumo con humildad ante un grande, pues han de saber lo confieso-, que él ha sido una de las profundas inspiraciones que he tenido, y aunque no estuve bajo su tutela en un aula, me declaro uno más de sus alumnos y seguidores.
Solo así
Pero tenía que ser así, de esta manera se tenía que despedir El Maestro Granados Chapa, porque un grande como él, poseedor de una crítica impecable y aguda, cultísima y seria, que muchos de nosotros disfrutamos por años en su destacada columna periodística Plaza Pública, tenía que ser así, solo de una forma tan sencilla se tenía que despedir y dejarnos con un vacío enorme, un vacío que supera; creo yo, la supuesta orfandad en la que dicen los gringos nos dejó Steve Jobs, de quien no niego su genialidad y su aporte a la tecnología.
Sin retiro
El retiro del Maestro Granados Chapa, significa solo el retiro de su opinión consuetudinaria, a la que nos tenía acostumbrado, pero lo que ha dejado seguirá enseñando y aportando tanto que seguirá tan vigente como antes y así no hay retiro, que esto me hace recordar a Rodrigo Díaz de Vivar; El Cid Campeador, quien agónico se desespera y llora que no podrá ir a pelear su última batalla. Junto a su lecho, sus principales oficiales ven como el gran soldado muere y tiemblan de miedo al pensar que la noticia pueda correr entre el ejército del El Cid, y entonces el desánimo y una moral baja harán que la derrota sea inminente. Mientras el ejército enemigo ya aguarda en el campo de batalla, que es una playa solitaria, por tanto los allegados a Rodrigo temen también a la posibilidad de que el ejército enemigo se entere de esta noticia y tome nuevos bríos y mayor valentía, pues el gran líder y estratega que podría vencerlos ya no estará.
Después del retiro
Ante esto los oficiales toman una decisión cruel, al muerto lo visten con los arreos de guerra y lo montan, atado a un poste, que disponen en la silla de montar, del siempre leal corcel del Cid; Bavieca, y hacen que por la puerta principal de la fortificación salga el muerto con espada en mano y en alto, atada claro está. Al verlo salir, sus enemigos caen en desánimo, pues sabían que estaba muy enfermo y contaban con que ya no pelearía, y con una derrota anticipada en su espíritu, son arrasados por un hombre que después de muerto gana sus batallas, así las letras eternas y educadas de El Maestro Granados Chapa, han de seguir conquistando lo que han logrado con su enseñanza, aunque su autor por causa de su salud mermada se haya retirado y nos deje en una orfandad de razón, reflexión y paciencia.
Y sin embargo
Ese espíritu poderoso de las letras de Granados Chapa, han de seguir ganando las batallas en México, unas letras siempre ocupadas y preocupadas por explicar de forma sencilla la problemática de México, y de ahí que hoy dedique mis sencillas letras a un grande del periodismo mexicano y de las letras mexicanas e hispanoamericanas, no se puede dejar a un lado su retiro, porque deja un vacío en una costumbre arraigada en 40 años de servicio a México. Imposible decirle adiós o hasta luego a sus letras y a Granados Chapa, porque ellas y él están aquí, en cada parte de la discusión y el debate por el engrandecimiento del estado mexicano, en cada parte de quienes deseen con frialdad discutir cualquier tema, en cada parte del despojo de la pasión y en cada parte de aquellos que no lo extrañaremos, sino que continuamos siguiendo un camino bien trazado y que no termina de construirse, así que aquí estamos a su lado y en sus letras y esperamos que se recupere, porque un hombre como él, jamás se retirara del periodismo, de ahí que quiera hoy dedicarle a él un fragmento del poema: El Hombre Mediático, de Héctor Urruspuru
Quisiera que tu poema me llegara desde lejos, desde los campos.
Voceado por la gente.
En charlas de camioneros al costado de la ruta.
No quisiera jamás verte editado.
Ni que se molestaran por tus escritos en las radios.
Que tu poema tuviera el olor del lugar donde fuera comentado.
Y que se leyera entre líneas que creciste a base de aguas sanas,
y de hogazas de pan, (como hogazas de Dalí),
levadas entre trinos de pájaros.
Pero que ni se piense que tu poesía fuera por ello
banal, simple, cotidiana.
Que quedara en claro
cuan convocante de los humildes del nuevo orden
restableciente de los enfermos terminales
inspiradora de los suicidas
fuera.
Y la manera de arengar, disponer, reagrupar.
De fuegos de revolución y con esencias necesarias,
y repentina, como el beso liberador de la tormenta en espacios abiertos.
Con el poder para derrocar a los corruptos
y al hombre mediático y sin juicios previos
sus fusilamientos.
Es cuanto.