Exigen auditoría al líder del PAN en Guerrero por deuda millonaria
TUXTLA GUTIERREZ, Chis., a 10 de marco de 2011.- El subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), está de nuevo de regreso en la escena política. Y en medio de la guerra de los cárteles del narcotráfico y la lucha antinarco del gobierno, lamentó el pasmo ciudadano de los mexicanos, ¿hay que esperar 16 mil muertos más para hacer algo?, cuestiona.
La revista Rebeldía, y la página de internet de Enlace Zapatista publicó este miércoles, completo el ensayo que el jefe zapatista dirige al filosofo Luis Villoro, con el que inicia un intercambio epistolar
En medio de esta guerra, dice el jefe zapatista, el pensamiento crítico vuelve a ser postergado. Primero lo primero: el 2012 y las respuestas a las preguntas sobre los gallos, nuevos o reciclados, para ese futuro que se desmorona desde hoy.
Marcos refiere que en enero de 1994, hace 17 años una gigantesca movilización ciudadana (sin jefes, comandos centrales, líderes o dirigentes) paró la guerra en Chiapas. Frente al horror, la destrucción y las muertes, hace 17 años la reacción fue casi inmediata, contundente, eficaz.
Sin embargo, ahora cuando van más de 34 mil muertos en cuatro años, son más de ocho mil muertes anuales. ¿Hay que esperar 16 mil muertos más para hacer algo?, reflexiona el líder zapatista.
Señala que a diferencia de hace 17 años, cuando miles de personas se movilizaron para parar el exterminio de los zapatistas, ahora es el pasmo, la avaricia, la intolerancia, la ruindad que escatima apoyos y convoca la inmovilidad y la ineficacia.
La iniciativa loable de un grupo de trabajadores de la cultura (NO MÁS SANGRE) fue descalificada desde su inicio por no plegarse ante un proyecto electoral, por no cumplir el mandato de esperar al 2012, señaló.
En el texto, el subcomandante Marcos critica el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, aunque no lo menciona por su nombre, cuestiona el hecho que la organización se prepare para que en las próximas elecciones, ahora sí gane un proyecto alternativo de nación?, pero, y ahora, porqué no hace algo?.
¿Pedirle a la gente que espere al 2012? ¿Qué entonces sí hay que volver a votar por el menos malo y ahora sí se va a respetar el voto?
Ahora que la guerra está en las ciudades, en las calles, en las carreteras, en las casas, ¿qué han hecho? Dice Marcos, además de plegarse ante quien tiene el mejor proyecto.
Para el jefe zapatista, la situación en México se va a poner peor. Considera, si los punteros actuales para las elecciones presidenciales del 2012 (Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard), gobiernan las entidades con mayor número de ciudadanos, ¿no es de esperar que ahí aumente la guerra contra la delincuencia organizada con su cauda de daños colaterales?.
¿Qué van a hacer? Nada. Van a seguir el mismo camino de intolerancia y satanización de hace 4 años, cuando en el 2006 todo lo que no fuera a favor de López Obrador era acusado de servir a la derecha, cuestiona.
Marcos insiste que en medio de esta guerra, el pensamiento crítico vuelve a ser postergado. Primero lo primero: el 2012 y las respuestas a las preguntas sobre los gallos, nuevos o reciclados, para ese futuro que se desmorona desde hoy. Todo debe subordinarse a ese calendario y a sus pasos previos: las elecciones locales en Guerrero, Baja California Sur, Hidalgo, Nayarit, Coahuila, el Estado de México.
Y mientras todo se derrumba, nos dicen que lo importante es analizar los resultados electorales, las tendencias, las posibilidades. Llaman a aguantar hasta que sea el momento de tachar la boleta electoral, y de vuelta a esperar que todo se arregle y se vuelva a levantar el frágil castillo de naipes de la clase política mexicana.