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Gabriela Coutiño
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 22 Nov.- La Organización Sociedad Civil Las Abejas que agrupa a sobrevivientes y familiares de la Masacre de Acteal, cuestionó al gobierno de Chiapas y la justicia mexicana, la liberación del exgobernador Pablo Salazar Mendiguchía, puesto en libertad luego que enfrentara 11 procesos penales.
Las Abejas señalaron que mientras Salazar Mendiguchía quien estuviera preso por haber desviado recursos del erario durante su gestión fue liberado dizque por cuestiones de salud, el profesor indígena Alberto Patishtan encarcelado por defender a su pueblo, es acusado de homicidio y condenado a una prisión a muerte, y a pesar de su estado de salud aún no recobra la libertad.
Las leyes que con lucha sangrienta se escribieron apuntan en un comunicado Las Abejas, ahora son reservadas o son para uso exclusivo de los del poder y de la gente con dinero como lo demuestra el caso de Alberto Patishtan preso desde el 19 de junio del 2000 y quien por reclamar su libertad fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Guasave Sinaloa, en cambio Pablo Salazar fue liberado dizque por cuestiones de salud.
Todos los días 22 de cada mes Las Abejas emiten un comunicado donde reclaman justicia para sus muertos, en esta ocasión denuncian las amenazas de muerte vertidas contra Rosendo Gómez Hernández, presidente de la mesa directiva cuyo hogar fue allanado y amenazado de muerte con una pistola por el priista Enrique Arias Ruiz, del poblado Yabteclum.
Las Abejas afirman que las amenazas y hostigamiento en contra de las organizaciones en resistencia siguen en aumento y cada vez con mayor intensidad. La guerra de baja intensidad y de contrainsurgencia aseguran, no ha cesado, sólo que ahora se ha transformado en una guerra de alta intensidad y en la estrategia de desgaste integral.
En el comunicado Las Abejas de Acteal relatan la agresión que sufrió el padre de Rosendo Gómez por parte de un funcionario del DIF del ayuntamiento de Chenalhó.
En el texto, la organización protesta contra la criminalización de la lucha social y narra el caso de la indígena Marcela Arias Pérez quien habita en la cabecera municipal de Chenalhó y quien se mantiene en resistencia en contra de las altas tarifas de energía eléctrica. Marcela está amenazada que van proceder en su contra con una denuncia penal en caso de no cumplir con el pago de un recibo de luz de la cantidad de 51 mil 938 pesos.
Las Abejas refieren que en Acteal no se paga la luz, y no la pagaran hasta que se cumplan los Acuerdos de san Andrés, y tenga lugar una justicia integral y real de la Masacre de Acteal.