Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
¡Y no ahogamos en la ignorancia!
Si por algo se caracteriza la sociedad mexicana es por ser una sociedad desinformada y apática a lo que sucede en el acontecer cotidiano del país.
Esa desinformación la debemos a muchas razones, pero la primordial y en la que haré énfasis en esta ocasión, es en la falta de lectura.
¿Cuánto leen los jóvenes de ahora? Las cosas han cambiado y al pasar los años los jóvenes y los niños leen menos, ya que vivimos en un siglo de comodidades y con el mal hábito de buscar todo en internet, lo cual es válido, es mucho más fácil conseguir la información vía internet, pero eso no justifica dejar de frecuentar las bibliotecas y las librerías.
Si nos comparamos con otros países, por ejemplo Canadá, donde la gente lee un promedio de 17 libros al año; y si nos vamos más lejos, en Europa, llegan a leer hasta 50 libros por año. Esto significa que leen uno por semana.
Imagínense qué tan atrasados estamos.
El promedio de libros leídos por los mexicanos al año, según la Encuesta Nacional de Lectura, es de 2.9 por habitante. «Una tercera parte de la población no lee ni un libro al año, otra tercera parte lee uno o dos libros, la cuarta parte de la población lee tres libros por año mientras que sólo el 4.2 por ciento restante rebasa los 10 libros por año».
Los estudios prueban que los que más leen son los estudiantes,
sin embargo, a pesar de que los estudiantes leen, el promedio de libros leídos en un año es sumamente bajo. Pero a todo esto, ¿Qué es lo que leen los jóvenes? El 37% leen novelas , el 23% leen libros de superación personal, el 22% lee libros relacionados con sus Carreras, el 19% lee libros de ciencia ficción, y por último, el 11% lee cuentos.
Estos datos reflejan también que los jóvenes están completamente influenciados por los medios de Comunicación, ya que los jóvenes prefieren dedicar mucho tiempo al internet o a ver la televisión.
Según un estudio sobre el índice de lectura que realizó la OCDE a 108 países, reveló que México se ubica en la posición 107, lo que indica un bajo nivel en los lectores y en lo que se lee.
Con esto queda claro que la falta de lectura es una causa importantísima para que el rezago educativo prevalezca y no disminuyan los indicadores tan desafortunados que nos colocan en desventaja nacional e internacionalmente.
Si hablamos en específico de nuestra ciudad, tan solo con contar cuantas librerías existen en nuestra ciudad, nos deja ver nuestra triste realidad como una sociedad completamente desinformada.
Cuando platico con mis alumnos me entristece escuchar que ponen siempre pretextos para leer por voluntad propia, pretextos como los libros cuestan caros, pero que tal gastan dinero para cervezas, cigarros, antro y demás