Opinión/José Luis Camacho Acevedo
Con odio jarocho
La turba iracunda de “Los 400 Pueblos” fue comité de “bienvenida” al gobernador electo de Veracruz… y sus apremios justicieros.
Palos, piedras y botellas con orines lanzados por las hordas tricolores contra Miguel Ángel Yunes y el líder panista Ricardo Anaya –acompañado de Santiago Creel–, no son gratuitos.
El mensaje es transparente: para sentarse en la silla del poder veracruzano, el ex priista neo panista habrá de pagar a los perdedores con sangre, sudor… y muchas lágrimas; la agresión habrá salido barata mientras de veras vienen a cobrarle caro.
Si Miguel Ángel creyó que meter a la cárcel al más gordo de los peces gordos sería coser y cantar, equivocó de cabo a rabo.
Si no lo amarran, antes de irse Javier Duarte intentará echar mano de peores mañas con tal de blindarse y dejar al enemigo sucesor sumido en el pantano.
Duarte pretende comprometer las finanzas del Estado al aumentar presupuestos a oficinas públicas, otorgar plazas de base a empleados de confianza, y además promover un gran programa de exención de impuestos, todo lo cual dejaría al gobierno entrante endeudado, sin un clavo, y al saliente, protegido por un Fiscal Anticorrupción a modo para taparle cola larga, uñas y dientes…
Esta maniobra propuesta fue pospuesta de última hora; ganaron quienes vieron impunidad detrás del nombramiento de un fiel servidor del gobernador como zar anticorrupción; fue orden directa de Los Pinos, delata el panista Roberto Gil Zuarth, líder del Senado.
¿Entonces ahora sí, en serio, Javier Duarte trae al santo de espaldas?; ¿esfuma el sueño de borrar huellas hasta que la mala memoria olvide ese gobierno puerco?; ¿de veras el PRI dejará de encubrir a sus renglones torcidos por inmorales?
Miguel Ángel Yunes no come lumbre; recurre al Congreso local, al Presidente de la República y hasta al Espíritu Santo para salir del pantano sin manchar –aún más– su plumaje…
Los veracruzanos de bien miran todo muy mal; ¿atrapados sin salida?
EL MONJE PERDEDOR: Duarte no es el único diablo tricolor. Otro Duarte, César, con el Congreso chihuahuense aliado, modificará la ley de disciplina financiera para endilgar deudas de corto plazo con proveedores del Estado al sucesor panista Javier Corral; para hundirlo, pues… y en Quintana Roo, Roberto Borge también plancha su salida por la puerta de atrás; nombra a un “cuate”, Javier Zetina González, Auditor Superior del Estado, por si a sus enemigos se les ocurre jalar los bigotes al tigre. Así se las gastan quienes se niegan a perder el privilegio de mandar.
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