Teléfono rojo/José Ureña

· El PAN pretende en Nayarit una gran alianza hacia las presidenciales
· Anaya sueña: frente de todos los partidos, con excepción de Morena
· Fonatur está sin director hace casis dos meses y sigue tan campante

Ricardo Anaya no quiere ser sólo un muchacho pendenciero.

Según él, da pasos para ir más allá a partir de las siete gubernaturas ganadas en una sola jornada al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en junio pasado.

Por ello su esfuerzo está en demostrar capacidad de negociación para ganarse la confianza de otras fuerzas políticas y meterlas a su proyecto.

Desde ahora da pasos para un gran experimento, a cristalizar en las elecciones presidenciales de 2018, cuando solamente habría tres candidatos.

Uno ya lo conocemos:

Andrés Manuel López, el mesías tabasqueño de ambiciones personales desbordadas cuyo principal objetivo es dormir en la recámara de Benito Juárez en Palacio Nacional.

El abanderado del PRI se resolverá en Los Pinos y, confía Anaya, sin muchas opciones para Enrique Peña a juzgar como decidió el envío de Enrique Ochoa a Insurgentes Norte.

¿Y el tercer aspirante?

El, obviamente.

Sí, Ricardo Anaya, pero postulado con un método bastante novedoso y en condiciones de supremacía desde el arranque.

GRAN ALIANZA OPOSITORA, PERO SIN MORENA

El punto de partida es Nayarit.

Estado abandonado, con antecedentes caciquiles muy marcados, sendero de droga y sin mayor desarrollo, tiene una sociedad muy agraviada y por lo tanto manipulable.

Sólo así se explica la vigencia de especímenes tipo Hipólito Ramírez, panista por segunda vez en la presidencia de San Blas pese ser acusado de enriquecimiento ilícito.

-Sí robé, pero poquito –dijo en plena campaña y aún así ganó.

Regresó al poder y desde ahí se promueve con rifas, regalos, bailes donde levanta la falda a adolescentes y las manosea… todo sin siquiera una llamada de atención del partido de Ricardo Anaya.

Pero no será él el candidato.

En los planes de Anaya está Leopoldo Domínguez, presidente municipal de Tepic y en torno a quien sumará a otras fuerzas políticas.

¿Cuáles?

-Todas las opositoras al PRI, menos Morena –contesta.

Para iniciar tiene incondicionales como los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), ya cercano a Domínguez vía Enrique Alfaro.

Falta saber si logran allegarse a los partidos Verde Ecologista de México (PVEM), Encuentro Social (PES) o Nueva Alianza (Panal), con más independencia y posibilidades de negociación.

Resultaría sencillo aliarlos, dado el creciente descrédito del PRI y de los pasos en sentido contrario a la reconstrucción desde la cúpula tricolor.

Con ese gran frente opositor sueña Anaya buscar la Presidencia de la República en 2018 y heredarla de Enrique Peña.

LAS INSTITUCIONES TRABAJAN… ¡SIN TITULAR!

1.- En este país tropical pasan muchas cosas inexplicables.

Por ejemplo, ¿por qué el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) sigue acéfalo desde el 16 de agosto, cuando Héctor Gómez Barraza se fue para ser el brazo operador de Enrique Ochoa en el PRI?

Así está y así seguirá tal vez hasta diciembre con varios prospectos: Franco Carreño, Raúl Murrieta, Gerardo Corona y Héctor Flores.

2.- David Penchyna llegó a revolucionar el manejo del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) y en la semana dio otra sorpresa.

Firmó un acuerdo con el presidente del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), Enrique Jacob, para privilegiar a pequeños empresarios con servicios y precios preferenciales.

Adicionalmente las MiPymes tendrán asesoría sobre pago de obligaciones puntuales y otras atenciones a fin de calificar rápidamente para la gestión de créditos de vivienda.

Y 3.- buen llamado el de Emilio Gamboa a la oposición para dar el siguiente paso a las reformas estructurales.

El crecimiento no es suficiente, pero es necesario avanzar para competir en la realidad global.

¿Es correcto hacer estos llamados con tantos fines políticos desbordados?