Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Definición presidencial ante su finita credibilidad
· No cambiará culpables y se queja ante Joe Biden
· Un bálsamo nacional: Zaldívar, Monreal, Murat…
La mirada está puesta en Palacio Nacional.
Porque viene una semana decisiva para el presidente, su credibilidad y la posibilidad de superar su principal problema hasta el momento,
Todo esto marcará la segunda parte del sexenio, como la casa blancade Angélica Rivera definió el resto del sexenio de Enrique Peña Nieto.
Hay curiosidad por aquello de me puedo caer, pero me voy a levantar.
Porque va para un mes sin poder retomar la iniciativa tras el vertiginoso escándalo de la casa gris de su hijo José Ramón López Beltrán y su esposa Carolyn Adams.
La respuesta inicial, por improvisada y sobrada, fue ineficaz y el impacto social y mediático es creciente tanto en México como en el extranjero.
Las injustas acusaciones, principalmente Carlos Loret de Mola, Joaquín López-Dóriga, Ciro Gómez Leyva y Jorge Ramos, resultaron contraproducentes.
Como las cartas de justificación sin aclaración de José Ramón López Beltrán y su cónyuge Carolyn Adams, extemporáneas y con nuevos capítulos a la saga de conflictos de interés.
QUEJA A JOE BIDEN
Los domingos, dicen los amigos presidenciales, son de reflexión y proyección.
Asiduos a esas comidas familiares son la esposa y personajes cercanísimos: Adán Augusto López, y el rechazado embajador en Panamá, Pedro Salmerón.
¿Hoy cuál es el tema?
Cuando las encuestas confirman lo finito del crédito al engaño, se impone un cambio de actitud porque ahora sí ya están definidos quién, cómo, dónde y para qué se ataca a la familia presidencial.
Joe Biden, no los mexicanos, tendrá información de primera mano.
Ojo: no habrá aceptación de culpa ni de incongruencia entre discurso y práctica, entre mensaje a la sociedad para conformarse con un par de zapatos y el hijo pijo exhibido por Carlos Loret de Mola y MCCI de María Amparo Casar.
Pero hay un problema adicional: el asunto ya no es interno por la solidaridad internacional y los clamores de respeto a los derechos humanos y a la libertad de expresión.
Fuera de la cancha ya no hay reglas y menos, he ahí el dilema, para quien gusta doblar su apuesta sin aceptar errores.
BÁLSAMO INTERNO
1.- Bálsamo entre esos ataques son numerosas opiniones, fruto de la aún imperante libertad de expresión.
El ministro Arturo Zaldívar: “El respeto a la libertad de expresión y la protección a los periodistas son parte fundamental de la democracia. No hay línea editorial que justifique amenazas”.
Ricardo Monreal a nombre del Senado aboga por el respeto pleno a las opiniones de los periodistas aun cuando sus juicios no gusten.
También del gobernador Alejandro Murat, quien se reunió con periodistas oaxaqueños para escuchar peticiones de justicia y respeto pleno a su profesión.
Todo esto se da ante la escalada de violencia nacional.
Y 2.- el senador -¿morenista?- José Luis Pech negoció su candidatura por la alianza Va por Quintana Roo.
Cuando MC dio de baja a Roberto Palazuelos, él se sumó al proyecto de Dante Delgado con una sola intención: debilitar las opciones de victoria de Morena.
Dejó plantada a Leslie Hendricks, su aliada natural, pero indirectamente le ayudará al dividir al partido presidencial.–