Itinerario político/Ricardo Alemán
Duarte es un llanero solitititito
Ahora sí dejaron a Javier Duarte a su suerte.
Solo y su alma. Después de la lapidaria despedida que le dieran integrantes de los 400 Pueblos al gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares; al dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya y al ex candidato presidencial Santiago Creel, el Congreso veracruzano decidió posponer la designación del nuevo fiscal anticorrupción.
En este dictamen se avalaría el nombramiento de Francisco Portilla Bonilla, quien venía fungiendo como secretario general de los diputados locales.
Precisamente la visita de las personalidades panistas al Congreso veracruzano, que salieron por cuerdas entre gritos, empujones y las pedradas de los integrantes de la agrupación que se ha convertido en la sombra de Yunes Linares, era el de oponerse a tal resolución.
Las razones, no eras solamente su filiación priista, sino que Portilla es considerado por los panistas, enemigo acérrimo del hoy gobernador electo por dos años.
El nombramiento se atoró. Pero qué cree, la propuesta de sacar el tema de la agenda al inicio de la sesión la formuló la presidenta de la Comisión de Procuración de Justicia del Congreso estatal, la priista Marcela Aguilera Landeta.
Sí, del PRI. El punto pudo haberse votado pero lo sacaron de la agenda. Y a buen entendedor, tal nombramiento a estas alturas fue desechado.
Desde la derrota priista en las votaciones del 5 de junio, a Javier Duarte le han cargado todos los milagros y calamidades. En el mensaje que dio Manlio Fabio Beltrones en su renuncia a la dirigencia tricolor, responsabilizó del voto de castigo al PRI, a los gobernadores que se excedieron en sus funciones.
¿Más señas? En proceso para la elección del nuevo fiscal anticorrupción participaron ocho aspirantes, pero todo indicaba que la decisión iría por Portilla Bonilla.
Horas antes de que llegara la propuesta se registró el incidente en el que agredieron a los panistas, que ciertamente pudo haber terminado en tragedia.
Eso precipitó todo. De nada valió el deslinde vía Twitter de Duarte de Ochoa. La presidenta encargada en el PRI, Carolina Monroy del Mazo, tomó distancia y literalmente le dio la espalda.
Pidió a los diputados priistas votar con ética para evitar lo que se ha interpretado como un blindaje a la medida del gobernador saliente. – El PRI no respaldará ningún acto que violente la ley en Veracruz.
Dijo Monroy del Mazo y eso sonó a sentencia. Está visto que en los próximos dos años una de las prioridades de Yunes Linares será encontrar cualquier cosa que lleve a juicio a Javier Duarte.
Y Duarte tendrá que rascarse con sus propias uñas.
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