Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
De manera tardía, pero finalmente la prensa norteamericana empieza a despertar sobre los afanes dictatoriales de López Obrador.
Y que, en una columna de opinión, publicada el pasado domingo, en el reputado The Wall Street Journal, la periodista Mary Anastasia O´Gredy advierte sobre el inminente peligro de que México siga los pasos de Venezuela y de otras dictaduras del continente.
En un texto titulado: “México coquetea con la dictadura”, O´Gredy dice que en nuestro país “se está fraguando un plan” para reformar la Constitución que acabaría con la esperanza de libertad y prosperidad.
Se refiere a la veintena de reformas enviadas por López Obrador al Congreso –al final de su mandato–, y a la ilegal sobrerrepresentación en el Poder Legislativo que pretenden el partido oficial y sus aliados.
En especial, la columnista pone énfasis en la enmienda al Poder Judicial, sin duda la más peligrosa, ya que es un paso clave para la concentración total del poder.
Lo cierto, sin embargo, es que no resulta ninguna novedad el artículo de The Wall Street Journal, ya que en México todos conocen la complicidad del gobierno mexicano con la dictadura de Nicolás Maduro; contubernio que se refrendó apenas en las últimas semanas, luego del escandaloso fraude electoral cometido en Venezuela para mantener a Maduro en el poder de manera ilegal.
Y no es novedad ya que, por ejemplo, en el Itinerario Político del 2 de febrero de 2018, titulado “¡Venezuela apoya a López Obrador!”, revelé un “boletín especial” enviado a Nicolás Maduro –fechado en Caracas, el 21 de diciembre de 2017–, que establece como prioridad de la dictadura venezolana el apoyar la candidatura presidencial del mexicano, López Obrador.
En efecto, desde entonces era público el interés del dictador Maduro por “meter la mano” en las elecciones mexicanas, mediante el uso indiscriminado de recursos públicos a favor de la candidatura de AMLO, para favorecer que en México se estableciera “un poder vertical y centralista”.
Es decir, una copia de Venezuela.
Y si lo dudan, aquí un extracto del documento en cuestión: “Ante las intensificaciones injerencistas e intervencionistas contra Venezuela durante el 2017, el país respondió con medidas soberanas en favor de consolidar la estabilidad de la patria y del bienestar de todo su pueblo, como el retiro de Venezuela de la OEA…
“En ese sentido, el actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro, recibió de manos del diplomático Roy Chaderton, un informe detallado de lo que serían sus recomendaciones para alcanzar alianzas con un nuevo gobierno de México, para el 2018, de cara a las elecciones presidenciales en ese país norteamericano, fronterizo con los Estados Unidos, principal gobierno imperial que arremete constantemente contra la revolución bolivariana.
“Uno de los objetivos de esta alianza, es la de evitar el bloqueo económico internacional que actualmente aplican contra la patria de Bolívar.
“En el referido informe que ya está en poder del Presidente Maduro, se destaca como un factor clave para la revolución en el país azteca, a Andrés Manuel López Obrador, principalmente porque su aparente fortaleza, carácter y capacidad para conquistar el voto popular, pueden convertirlo en el presidente de México pero también en un gran aliado para el gobierno de Venezuela, frente a los pueblos de América, lo que podría convertirlo en un activo presidente de izquierda con gran influencia en la escena internacional.
“Conjugar políticas internacionales con el gobierno de México teniendo a la cabeza un presidente como López Obrador, haría factible estructurar el Estado mexicano bajo un esquema vertical y centralizado, totalmente democrático, porque goza de legitimidad electoral, aunque eso implique querencias y rechazos dentro de la polarización de fuerzas en ese país norteamericano.
“Por otra parte se puede ofrecer apoyo desde Venezuela para facilitar el desarrollo de una campaña sin limitaciones algunas y así garantizar una certera victoria de AMLO y el partido MORENA. A la fecha se han adelantado algunos encuentros con una comisión de enlace naciente, a la cabeza de Héctor Díaz Polanco como principal aliado dentro de MORENA.
“AMLO debe insurgir (insurreccionarse) contra el poder neoliberal que ha hecho de México un país en descomposición, empobrecido, con una vergonzosa historia de violaciones de derechos humanos y de corrupción masiva, debe dignificar a todos los mexicanos, en especial a los más pobres, a los explotados, y excluidos de siempre. Necesario convertirse en un constructor de instrumentos para la liberación”. (FIN DE LA CITA)
Esa entrega del Itinerario Político termino así: “¡Queda claro que no es un juego el interés ruso y venezolano en la destrucción de la democracia mexicana! Al tiempo”.
Sí, qudó claro que Venezuela financió la campaña presidencial de López Obrador, quien pagó con una lealtad que hoy es más visible que nunca.
Pero no fue todo, semanas después, en el Itinerario Político titulado: “¡La dictadura que viene!”, del 3 de abril del mismo 2018, documenté, paso a paso, la forma en que que Héctor Díaz Polanco, Yeidckol Polevnsky, René Bejarano y Dolores Padierna –en entre otros “morenistas” del primer círculo–, promobían abiertamente la anexión de México a lo que llamaban “el exitoso modelo chavista de Venezuela”.
Así lo dije: “Sin embargo, los hechos demuestran que aún en su calidad de candidato presidencial, todo el aparato “lopezobradorista” trabaja en crear las condiciones para dar el primer paso a una dictadura como la venezolana, en México. ¿Y cuál es ese primer paso? Hablamos de un ataque sistemático a las libertades fundamentales; una de ellas la libertad de expresión”. (FIN DE LA CITA)
Y es que desde enero y hasta julio de 2018, todo el aparato “lopista” se volcó para amenazar opositores, presionar a críticos y amedrentar a medios, al extremo de que en esos meses fueron echados no pocos críticos de AMLO.
Curiosamente el 6 de mayo de 2018, Morena lanzó una furiosa campaña de difamación y calumnias contra Ricardo Alemán, que terminó cuando salí de todos los medios en los que ejercía la crítica.
Poco más de seis años después, se cumplió todo lo que aquí advertí y, lamentablemente, apenas hasta hoy la prensa norteamericana empieza a despertar, cuando el daño está hecho y cuando poco queda por hecer.
Sí, se los dije.
Al tiempo.