Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
En Madrid se construyó una plataforma opositora a los designios de la 4T en el muy probable escenario de que el senador Ricardo Monreal sea virtualmente excluido del elenco de corcholatas de Morena.
Fueron Santiago Creel, quien anunció que realizaría un recorrido en busca de la reconciliación nacional acompañado del senador zacatecano, en busca de lograr que exista un clima de concordia en México que evite convertir en bandera de campaña, la polarización hábilmente construida por AMLO.
El también senador Miguel Ángel Mancera secundó el acercamiento de Va por México a Ricardo Monreal para convertirlo en el candidato presidencial de la oposición. Es bien sabido que Mancera actúa en plena coordinación con el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva.
Para Va por México la duda sigue siendo el comportamiento que asumirá, en una clara acción de defensa personal, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
Si Alito maniobra para que el tricolor no apoye la plataforma del PAN y el PRD en la alianza Va por México, estaría comprando un salvavidas absolutamente personal al evidenciar, más de lo que ya es sabido, que MORENA no tiene una oposición partidista de peso con vistas a los comicios presidenciales del cada vez más cercano 2024.
Para ganar las próximas elecciones de las que surgirá un nuevo presidente de México, MORENA no necesita para nada los votos del PRI.
Claudia Shueinbaum, Marcelo Ebrard o Adán Augusto López Hernández, con el apoyo de López Obrador, un López Obrador que dejó en claro con la marcha del pasado domingo que sabe muy bien para qué es el poder en lo que a elecciones se refiere, ganará con relativa holgura los comicios del 2024.
La oposición para esas elecciones sería entonces la formalidad del PAN y el PRD como partidos, y la impronta de una sociedad civil que puede crecer de una manera importante.
Esta vez no hay monedas en el aire. Simplemente se observa que los dados ya están echados.